El largometraje de ficción Espejuelos oscuros, de la realizadora cubana Jessica Rodríguez Sánchez, compite en el apartado de ópera prima en el 37 Festival Internacional el Nuevo Cine Latinoamericano.
En conferencia de prensa celebrada en el Salón 1930 del Hotel Nacional de Cuba, la joven cineasta, acompañada de los protagonistas de su filme, Laura de la Uz y Luis Alberto García, intercambió con los asistentes pormenores del proceso de concepción, rodaje y post producción de una historia sobre el arte de narrar, como ella misma afirmó, realizada de manera independiente.
“Quería que la mujer hiciera progresar el conflicto y que luchara por sus deseos; Esperanza, Marlene, Adela y Dulce no son las mujeres que muestran los libros de texto en Cuba, ni los hombres del filme tampoco, pues yo quería escribir la historia de otra manera, con personajes imperfectos y humanos” reveló.
“Yo siempre había realizado documentales, esta vez salí de esa mi zona de confort y quise medir si soy capaz de contar una historia de principio a fin, fue un ejercicio”, aseguró.
Explicó que por tanto esta fue su primera experiencia en la dirección de actores y reconoció que por el trabajo que éstos realizaron, los personajes fueron creciendo y adquirieron matices nuevos.
“Fue una cinta de muy bajo presupuesto, solo tuvimos 24 llamados; si no hubiera contado con actores tan inteligentes y que entendían tan bien a los personajes, no se hubiera podido hacer la película”, afirmó.
Laura de la Uz comentó que le había interesado mucho la mirada y la manera de ver la realidad, de Jessica, a partir de ver sus documentales, y que le había atraído mucho la idea de hacer cuatro personajes en diferentes épocas en Cuba, en una misma película.
“Lo otro que me encantó fue la psicología de los personajes, que son mujeres muy distintas, y en el caso del personaje central, Esperanza, tiene una psicología muy complicada, armarla fue toda una aventura. Yo me enamoré del proyecto desde el inicio”, confesó.
Por su parte Luis Alberto García señaló que lo apasionante del guión de Espejuelos oscuros “es que nada parece lo que es”, y más adelante significó “siempre he sido un defensor de que no hay malos malos, ni buenos buenos, como los seres humanos. Siempre nos han enseñado que un Rayadillo fue un cubano, traidor, cobarde, artero, que en vez de ponerse de parte de los mambises prefirió ayudar a España, y ciertamente fueron así en su mayoría, pero en este caso es un Rayadillo que fue traicionado por los propios mambises, y eso ya da un matiz muy interesante”.
Continuó argumentando este punto de vista con las características de los otros personajes que desempeña: Mario, un delincuente que es el personaje central masculino; un esbirro de Batista, y un hombre que padece el extremismo y la intransigencia del personaje que desempeña el extraordinario actor Mario Guerra.
Acerca de la selección de las locaciones la realizadora expresó que requirió de mucha búsqueda para que las casas y los sitios respondieran a las diferentes épocas que presenta la película, proceso muy difícil, imposible por momentos, por lo que tuvieron que recurrir a hacer y arreglar muchas cosas en post producción.
“Esta no es solo mi ópera prima, es la ópera prima de mucha gente, de muchos recién graduados; lo bueno de esto es que los realizadores en su primera película tienen muchas ganas de trabajar, de demostrar cosas, están frescos y eso se respiró en el ambiente del rodaje”, enfatizó.
Mención aparte hizo Jessica para la fotografía del filme, que fue asumida por Susana Ojea, un elemento novedoso pues escasean las mujeres en esta función en el cine cubano, dijo, y añadió que el hecho de ser una mujer aportó una sensibilidad nueva visualmente hablando; “no mejor ni peor, si no diferente”, aclaró.
“Creo que algo estamos haciendo mal si son tan pocas las mujeres que están realizando cine de ficción, me cuesta creer que hay tan pocas mujeres talentosas; lo que creo es que hace falta que alguien se arriesgue e invierta en el talento de las mujeres”.
A propósito de este fenómeno Luis Alberto se refirió a un documental que compite en ese apartado en la presente edición del Festival titulado Eyes half shut, realizado por Deymi D’atri y producido por el propio actor, el cual denuncia y exige que de 37mujeres cubanas, que han estudiado dirección de fotografía en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y en el Instituto Superior de Arte , “ninguna ha conseguido dirigir una sola película hecha por el ICAIC, pues alegan que esa es una profesión de hombres; eso es inaudito que esté pasando hoy”, declaró.
Deje un comentario