“El proceso de montaje de Las penas saben nadar ha sido un ejercicio de superación profesional, de disciplina y exploración…”, comentó a El Periódico Cubarte la actriz Valia Valdés Rivero. A escasas horas de protagonizar en la escena del Café Teatro Bertolt Brecht el reconocido texto de Abelardo Estorino, al amparo de Teatro Pálpito y bajo la dirección de su líder creativo, Ariel Bouza, indagamos sobre razones y expectativas de esta temporada teatral.
“En las mismas tablas donde Adria Santana estrenó este magnífico monólogo y alcanzó su actuación más destacada”, apunta Valia, Las penas saben nadar volverá a hablar del teatro, la soledad, los afectos…
Con este estreno Pálpito suma un título más a la jornada de conmemoraciones por sus tres décadas de fundado, y la actriz afianza sus treinta y seis años como profesional de la escena, tras los micrófonos de la radio y en los sets de televisión y cine; ilusión que la acompaña desde que aun niña y de la mano de su madre, la destacada actriz Orquídea Rivero, conoció del rigor de libretos y ensayos, precisamente en los predios de este enclave teatral ubicado en la confluencia de las calles 13 e I, en El Vedado.
De las aptitudes interpretativas y sensibilidad de Valia Valdés dan fe su participación en proyectos escénicos bajo la conducción de maestros como Roberto Blanco, José Milián, Héctor Quintero, Eugenio Hernández Espinosa y Nelson Dorr, entre otros. Su pasión más reciente apunta hacia el periodismo cultural, que desempeña con constancia en numerosas páginas de nuestro entorno digital, y alterna con incursiones como asistente de dirección y asesora teatral. Pero la actriz está ahí, siempre dispuesta a emprender un nuevo sueño, por muy arriesgado que sea el camino para lograr el éxito.
Las penas saben nadar es un texto icónico de la dramaturgia cubana, gran desafío para una actriz. ¿Por qué su elección para tu presentación en solitario?
“Las penas saben nadar es un texto célebre del teatro contemporáneo cubano que brinda la oportunidad de trabajar diferentes géneros y mostrar facetas disímiles a la actriz que lo interprete. En su contenido se reúnen experiencias de actores y directores de décadas anteriores, pero Ariel Bouza me dio la posibilidad de hacer aportes e incorporar al texto vivencias profesionales personales y recrear situaciones que me ayudaron a hacer mía la historia de Estorino”.
¿Cómo ubicarías este espectáculo en el itinerario de Teatro Pálpito?
“El grupo se encuentra celebrando su aniversario 30 con un repertorio dirigido a niños, jóvenes y adultos. En ese lapso de tiempo, llevó a escena dos títulos de Abelardo Estorino: Que el diablo te acompañe y La cucarachita Martina.
“Ariel recuerda con cariño como Estorino y Adria acudían a ver los espectáculos de Pálpito y celebraban sus creaciones, por lo que ante mi propuesta de llevar a escena Las penas…, accedió gustoso”.
¿Qué experiencias has ganado en este proceso de montaje? ¿Cuáles son tus expectativas ante la temporada que hoy comienza?
“Ha sido un ejercicio de exploración para generar propuestas y asimilar los presupuestos del lenguaje escénico de Bouza. Me acompañan treinta y seis años de experiencia actoral; pero esa experiencia rebosa, sobre todo, de grandes nombres de actores y directores con los que tuve la oportunidad de trabajar y aprender.
“Llegar al estreno es comenzar el fructífero intercambio con el público y la crítica, perfeccionar lo que hemos logrado y disfrutar la maravillosa oportunidad de pararse en un escenario”.
El estreno de Las penas saben nadar, con Valia Valdés y Teatro Pálpito es un magnífico preámbulo a las Jornadas Villanueva que del 11 al 28 de enero poblará los escenarios de la Isla.
Queda usted especialmente convidado a esta tentadora propuesta de nuestra Habana teatral.
Fotos: Ruandi Góngora
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