VIII Conferencia científica El patrimonio cultural de los pueblos iberoamericanos


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VIII Conferencia científica El patrimonio cultural de los pueblos iberoamericanos

El desarrollo de esta VIII edición  reveló los espacios y prácticas  en que están enfocados el patrimonio y los museos en la sociedad contemporánea, pues el volumen de participantes y de estudios debatidos indican una amplia circulación de los temas de los recursos y la gestión patrimonial, la participación ciudadana y las  relaciones con el sistema  de educación y el turismo.

Desde las coordenadas de la ciencia social se expusieron los efectos de las acciones  de salvaguarda  del patrimonio cultural de las naciones  de Cuba, México y Angola en los ámbitos  de la preservación y restauración   del patrimonio edificado, incluyendo   las mejores técnicas constructivas, algunas de las cuales pueden ser concebidas por las propias comunidades; los proyectos  turísticos para potenciar  su presencia en la provincia Granma y generar un desarrollado disfrute  de sus sitios históricos, monumentales y naturales; el estudio y formación de las colecciones museables, como vía  imprescindible  para un muestrario científico  de los bienes.

Fueron presentadas  y debatidas 44 ponencias que generaron una amplia  participación e intervención por parte de delegados, observadores y personas interesadas en los temas abordados.  

Los debates versaron sobre la arqueología y la antropología cultural; el urbanismo y la arquitectura, esencialmente  la conservación  del patrimonio edificado; la cultura artística y cultural, con novedades relacionadas con los carnavales de Santiago  de Cuba y Manzanillo, la impronta  del órgano oriental y  las bandas de conciertos  de Bayamo y Jiguaní;  la relación  entre  el museo y las comunidades; y la computación en función  de la automatización de los bienes culturales y la difusión del quehacer  en el campo  del patrimonio.

Los enfoques  son cada vez más objetivos y científicos, evidenciando  una madurez en los estudios realizados, la necesidad  de incorporar  de manera sistemática  a  los ciudadanos y construir proyectos integradores. Sin dudas, aparecieron oportunidades y posibilidades para  el trabajo conjunto  de todos, los intereses  e inquietudes comunes y la instrumentación de actuaciones mediadoras para todos los grupos humanos en los beneficios de la práctica social del patrimonio y los museos.       

Otro de los temas ampliamente discutidos fue la socialización de los avances científicos del cúmulo  de bienes culturales y  patrimoniales, la conservación de los sitios y monumentos a través  de acciones diarias  de los propietarios jurídicos y naturales,  la construcción de rutas culturales para el turismo nacional y extranjero. Cada uno de los tópicos citados demostró cuanto contribuye  a producir armonía desde lo económico, lo ambiental y lo estético y sobre la labor de preservación del patrimonio. 

 Asimismo, el plan  de seguir originando los instrumentos teóricos y metodológicos que garanticen una relación integrativa que atienda las diferencias de los contextos de la escuela y de las instituciones culturales fertilizando su hábitat e interrelacionando sus más trascedentes experiencias.

Los vínculos de los museos con la universidad son un diálogo de la ciencia, a este respecto se evidenció la necesidad de fortalecer la formación de competencias cognitivas en la escuela que tendrán en las instituciones espacios de continuidad a lo teórico para el desarrollo de una capacidad estética que opere como marco de interpretación para un ciudadano que tiene en lo cultural una de las dimensiones constitutivas que lo atraviesan en su actuar cotidiano. Este diálogo es uno de los ámbitos más feraces de confrontación construidos durante el evento.

Un amplio debate generó la formación  del profesional universitario  en las disciplinas de los estudios socioculturales, el instructor de arte; la protección del medio rural, especialmente  el patrimonio cultural desde la enseñanza primaria; y la adecuada preparación de los maestros y profesores para acometer estas justas metas.

  En tal sentido, se forjaron interesantes interpretaciones que abordaron el fenómeno instructivo y  educativo como una totalidad de saberes y conductas sociales y éticas cada vez más integrales, lo cual representa la necesidad de articular la diversidad cultural y de ese modo contribuir a salvaguardar, proteger y difundir las tradiciones de los pueblos, contar con un paisaje natural más bello y significante, porque la existencia de diferentes discursos para nominarla es indicativo de que subyace una pluralidad de comprensiones a sustantivar por la ciencia.

El tejido teórico y práctico elaborado por la Conferencia demuestra que los latinoamericanos tenemos desafíos que enfrentar en la metodología de la investigación para dar la respuesta que esperan nuestros públicos y estados, que han apostado por un patrimonio vivo, pletórico y actuante.

En la apertura  de esta conferencia científica la Lic. Jennie de la Caridad Fonseca Ríos, directora  del Centro Provincial de Patrimonio Cultural en Granma y estudiosa del patrimonio regional granmense, demandaba consolidar  la defensa de nuestro patrimonio, el uso cada vez más racional  y justo  de los recursos  de la naturaleza y la creación  de espacios  de participación  con un alto  sentido  de los valores ciudadanos.

 Estas ideas que trazan caminos posibles para nuestros pueblos, son decisivas tenerlas  en cuenta por cuanto  están en correspondencia con las políticas culturales trazadas  desde la Tercera Cumbre  de la CELAC, al encauzarlas como ejes primordiales de América Latina y el Caribe en la unidad de la región, sobre  la base  de las aspiraciones  de paz, bienestar, hermandad y progreso para todos los pueblos  del área.


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