Más de 30 ponencias y cuatro intervenciones especiales, resultado de investigaciones, estudios y reflexiones, fueron escuchadas en el XI Simposio de Museología Francisco Fina García que se desarrolló en el Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre durante los días 27 y 28 de octubre.
Organizado por el Centro Provincial de Patrimonio Cultural de La Habana el encuentro fue fruto principalmente del proceso museológico en los territorios habaneros, que incluye tanto a los museos generales municipales como a los especializados representantes de personalidades de la altura del comandante Camilo Cienfuegos, de Juan Manuel Márquez y de Abel Santamaría, así como de iconos del arte y la literatura como Carlos Enríquez, José Lezama Lima.
El evento fue dedicado a la madre indiscutible de todo el sistema de patrimonio de Cuba, Dra. Marta Arjona, la cual bajo su meritoria dirección se organizó, creó y desarrolló la red de museos nacionales y local. Además, se logró alcanzar, entre otros ejemplos, la condición de Patrimonio de la Humanidad a “La Habana Vieja y su Sistema de Fortificaciones”.
El cónclave en su XI edición concentró a especialistas de diferentes disciplinas, edades, experiencia profesional y regiones del país, para exponer, con inteligencia, pasión y dedicación, característico del gremio de patrimonio, sus disímiles aportes al conocimiento de lo más representativo de la cultura habanera y de otras provincias.
Fueron días de importantes aprendizajes, así como de encuentros y reencuentros, que posibilitaron un fructífero intercambio y la concreción de nuevos proyectos y alianzas.
Quedó evidenciado que el patrimonio, en la base de las comunidades, se encuentra custodiados por valiosos, capaces y abnegados especialistas, museólogos en su mayoría, que hacen de este saber, su razón de realización personal y colectiva, soñando, esperanzados en que el patrimonio no solo será protegido, sino que desde su esencia educativa social se continuará su puesta en valor para contribuir a crear conciencia, crear identidad y crear sentido de pertenencia.
Precisamente, la función educativa fue el tema abordado en la primera ponencia presentada, resaltando que ella es la esencia y la razón de ser de estas instituciones culturales en Cuba.
Enorme es el esfuerzo realizado por estos trabajadores de lo mejor de la obra humana y natural y muchos son sus logros alcanzados, pero diversos también los obstáculos, entre ellos la insuficiente apreciación del significado social ideológico y además económico de estos museos, y en consecuencia, el insuficiente valor, apoyo y proyección local que se le da a estas instituciones, en diferentes territorios.
Los museos, sin lucrar con el sagrado patrimonio, pueden aportar al presupuesto del Estado no pocas contribuciones. Es tan abundante la información histórica, cultural y natural que disponen como parte de sus estudios e investigaciones que en sus archivos duermen centenares de libros por escribir, que tributaría al necesario holismo cultural, y en lo económico a las arcas de la nación, por solo citar un ejemplo de los muchos existentes.
Otra oportunidad importante a tener en cuenta con estos museos es su preparación para el previsto “boom” del turismo, incremento para el cual otros Organismos de la Administración Central del Estado, como el Ministerio de Turismo y el Ministerio de la Construcción, vienen preparando al país para ese escenario de acuerdo a las posibilidades, pero sin pausa, lo cual no está sucediendo, al menos en estas instituciones culturales.
Los museos podrían y deberían tener un espacio cultural destacado. El proyecto nacional mencionada lo necesitará, ya que representan alrededor del 50 porciento de todos los museos de Cuba y lo que es más destacable, su geomuseología es de más del 90 porciento de los municipios del país. Tómese se cuenta que, no pocos de los espacios naturales y culturales reconocidos, disponen, como ecosistemas, de una capacidad de carga limitada.
En el conjunto del contenido del XI Simposio fueron abordadas más de una decena de temáticas, entre ellas: historias del ferrocarril en La Habana, su vínculo con otras provincias occidentales, así como su relación con la industria azucarera y los ingenios de entonces.
El patrimonio espiritual o intangible, también llamado inmaterial, fue objeto de singular atención, incluso una presentación especial fue desarrollada a cargo del MSc. Michel Albeaga Hung, especialista del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, quien abordó esa arista de suma trascendencia, pues se trata de aspectos culturales expresado a través de las conductas, comportamientos, costumbres, manifestaciones y pensamientos de los individuos y las comunidades, representativos de una época o región.
El aspecto educativo de estas instituciones culturales fue otros de los temas más recurrentes.
La comunicación social y el uso de las TICs, también fue debatido, a pesar de que casi ningún museo cuenta con computadoras y los pocos que la poseen presentan en su mayoría una obsolescencia manifiesta.
El atractivo tema de la antropología, junto a las culturas aborígenes cubanas, no se hizo esperar, mostrando entre otros de sus logros investigativos el descubrimiento de herramientas para la pesca elaboradas por la mano humana con características no vistas antes, al menos, en la región de La Habana del Este, al parecer, provenientes de conchas de moluscos gasterópodos marinos del género Lobatus (antiguamente Strombus) y Cassis.
Temas históricos, de arte, pintores de patriotas como el caso de Juan Gualberto Gómez, cuya expresividad refleja espiritualidades de hombre de pensamiento profundo, feron mostrando cuan diverso son los temas del patrimonio y qué de valores están contenidos en estas piezas atesoradas y custodiadas por los museólogos.
Temas infantiles para niños y adultos, recuerdos imborrables y reflejos amorosos o nostálgicos de épocas pasadas, también formaron parte de una espiritualidad que se mantuvo, perenne, como ambientando a los presentes. Tal parecería que el fantasma de la casa museo Hurón Azul estuvo también allí en la atmósfera del Salón Solidaridad del emblemático Hotel Habana, liberado del consorcio Hilton gracias al triunfo de la revolución cubana.
Entre las formas de pensar y construir procesos educativos estuvo el tema religioso, en particular el Centro Cultural Calazán en Guanabacoa y su historia de 165 años.
La Naturaleza en su Medio Ambiente, estuvo presente como eje horizontal a lo largo y ancho del evento, particular mención recae en el proyecto Nativa y su red de microviveros y su empeño por el rescate de las plantas auténticas de la de La Habana. Otro momento destacable es la labor de conservación que se viene realizando en el Monumento Local y Paisaje Natural Protegido “Rincón de Guanabo”, donde convergen varios tipos de ecosistemas desde el marino al terrestre y sus ecotonos.
Por último, no se puede dejar de mencionar las intervenciones especiales de la Dr. Sofía Borrego y su conferencia sobre el impacto de los hongos en la conservación del patrimonio cultural y la salud humana; así como la de la profesora Elisa Serrano con “La Habana, paredes que hablan”, junto a la de la Lic. Rocío del Carmen Rodríguez sobre el “Proceso de intervención restaurativa de la tribuna del Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa” monumento nacional, de valor excepcional dado que fue en ella donde el Apóstol de Cuba José Julián Martí Pérez pronunciara su primer discurso público.
Como colofón del evento, un jurado integrado por prestigiosas figuras de la cultura patrimonial, tuvo la difícil y ardua tarea de seleccionar ente las excelentes presentaciones aquellas que más aportaron al XI Simposio de Museología Francisco Fina García.
El primer lugar lo obtuvo “Expresiones culturales vivas en espacios funerarios” del MSc. Roger Cantero del Consejo Nacional de Casas de Cultura; el segundo lugar fue para la ponencia “Ingenio Nuestra Señora del Carmen y Señor San Josef” de la MSc. Evelynkaya Calderín y otros colaboradores, del Museo Municipal de La Habana del Este; y el tercer lugar recayó en la investigación “Retrato de Juan Gualberto Gómez” de la Lic. Angélica Castro del Museo Municipal de Arroyo Naranjo.
Por último, fueron otorgadas cuatro Menciones: “Una colección centenaria y única de locomotoras a vapor” de la MSc. Ilka Pell Delgado del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural; “Los museos en los municipios cubanos: donde la cubanía y la identidad se concentra y despliega” del Dr. C. Juan Páez Costa del Ministerio de Cultura; “Instrumentos de Trabajo de los primitivos de Playas del Este” de Roberto Castellón del Museo Municipal de La Habana del Este” y “La labor educativa de los museos de arte de la Plaza de la Catedral desde las Redes Sociales” de la Lic. Irene García Guerrero de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Con el cierre de las cortinas imaginarias del evento, amenizado por hermosas melodías cantadas por Yunay de la Cruz, de la agencia musical Ignacio Piñeiro, quedaron evidenciados, como columnas de recio fuste de la Ciudad Maravilla, las siguientes sentencias incuestionables:
Los museos municipales y sus hermanos museos especializados locales son entidades de pensamiento y sentimiento y son, por sobre todas las cosas, “escuelas de Identidad y de cubanía”.
Deje un comentario