Invitada al Encuentro Voces Populares 2016, Yuriria Contreras Peniche es una realizadora incansable de la radio. Su presencia en Cuba le valió para ratificar el poder que tiene ese medio de comunicación.

Yuriria, llama la atención cuando leemos su currículum: periodista, conductora, productora y guionista de radio; pero, además, envuelta hace unos cuantos años en un proyecto de hacer la radio quizás no de la forma tan tradicional como la estamos haciendo en Cuba o se hace en otras partes del mundo, sino buscando esa otra parte, esa otra cara de la radio que se comunique más con la sociedad y que saque a flote más esa otra parte de la sociedad, de la gente, su cultura.  ¿Cómo emergió el proyecto? ¿Cómo nace? ¿Y cómo Yuriria se envuelve en él?

Fíjate que Radio México Internacional, que es la emisora en la que yo soy coordinadora, tiene una historia larguísima.  Es una emisora que nació en el año 1969, aunque es un proyecto del año 1932.

Es un proyecto que comenzó con el gobierno cardenista de México con la intención de tener una emisora de onda corta que llevara la voz de México al mundo; sin embargo, por distintos problemas técnicos no pudo concretarse del todo, pero comenzó a salir al aire en onda corta en el año 1969, y se mantuvo 35 años al aire en esa frecuencia de onda corta.

Fue un proyecto muy interesante, creo que varios de nuestros compañeros del Instituto Mexicano de la Radio comenzaron su trabajo en la radio haciendo servicio social o algún tipo de colaboración para Radio México Internacional en aquella época.

Termina un poco este proyecto en el 2004 a través de la onda corta, se mantiene la emisora fuera del aire por unos años, y en el 2010, cuando viene la coyuntura del bicentenario de la independencia de México y centenario de la Revolución, se piensa en lanzar una emisora por Internet precisamente para difundir todo ese contenido histórico.  Y entonces se hace por un año la emisora 20-10, que resultó tan exitosa, tuvimos cursos de historia, tuvimos programación especial, cuestiones de música mexicana, cuestiones históricas, en fin, fue realmente un proyecto muy, muy exitoso. Y entonces se decidió conservar el espacio en Internet y retomar aquella vieja emisora, Radio México Internacional.

En un mundo digital como el de hoy, ¿cómo pueden captar la atención de esos públicos, aun cuando el engranaje mediático comercial es tan amplio, sobre todo en México, donde hay grandes monopolios de ese tipo?

Sí, es complicado, es complicado y es una tarea muy importante. O sea, realmente creo que en este terreno la radio pública en México tiene una labor importantísima, porque tiene que abrirse a esos contenidos enormemente ricos, enormemente interesantes para el público, pero que comercialmente no necesariamente son lo más vendible.

Entonces abrimos esa posibilidad, y lo que hemos hecho en Radio México Internacional es que nosotros trasmitimos, tenemos una frecuencia en Internet, está nuestra página y ahí se nos puede escuchar.

Tenemos normalmente locutor en cabina, en algunos horarios en vivo, en otros horarios grabado, mantenemos una comunicación permanente con la audiencia a través de redes sociales—Facebook y Twitter—, telefónicamente tenemos también una línea sin costo para el interior de la República Mexicana y una línea sin costo para Estados Unidos y Canadá. 

Y hemos aprovechado también, además de nuestra señal al aire, con una transmisión exclusivamente de música mexicana, que tiene como eje la música tradicional y regional de México, que muchas veces no es lo suficientemente conocida, además de esta transmisión, estamos usando nuestra página como una plataforma de difusión de la cultura mexicana.

Publicamos habitualmente artículos, los acompañamos con imágenes fijas, audios, nos hemos ido más sobre eso, o sea, un poco respetar la idea de la radio, que es sonido, y sumarle la imagen de las fotos fijas.

Usted hablaba de la música tradicional mexicana, que lamentablemente se va quedando a un lado.  ¿Cómo sacar esos valores, hacerlos atractivos?  Ya usted decía que es todo un reto.

Cuando hablamos de Lucha Reyes, de Lucha Villa, de José Alfredo o de todos estos personajes de la cultura mexicana muy relacionados ya con la radio, muy relacionados con el cine, ya estamos hablando de una parte tradicional que se quedó escondida.

Digamos, en toda la ruta que nosotros estamos trazando, más Lucha Villa, José Alfredo, Lola Beltrán, tienen más presencia porque discográficamente están más presentes, están más grabados.

Pero hay todavía todo lo que le dio origen a eso, que es la música campesina y que es la música del mariachi tradicional mexicano, que es la música del fandango, que sigue siendo una fiesta viva en algunos lugares de México, y que está un poco escondida en las poblaciones pequeñas, en los cantantes de los pueblos.

Entonces yo creo que, si tú pones a la gente en contacto con estos artistas que tú dices, tú pones esa música al aire, e inmediatamente la gente gusta de ellos, porque nos gusta, porque nos sentimos identificados con esa música.  Y, por otro lado, la música que está más oculta, la del pueblo, la de los lugares pequeños, se nos está haciendo en estos momentos muy necesaria.

Yo siento que hay un movimiento musical entre los jóvenes de México, que necesitan volver a las raíces. Necesitamos sentirnos parte de esto que nos hace, primero, parte de un pueblo y, por otro lado, habitantes del mundo, como gente que se conoce en esa emotividad, en esa manera de expresarse, en esa manera de decir las cosas muy directamente.

Entonces es muy curioso—volviendo a tu pregunta—porque todos estos artistas en un momento dado, cuando los pones al aire, cuando la gente empieza a acercarse a esta música, simplemente se hace popular, y hay gente muy joven dándole la mano a esa música. 

¿Cuál es el valor fundamental de todo este trabajo? ¿Y cuáles serán las futuras líneas en torno a esta labor?

El valor fundamental yo creo que es que es necesario, que es importante y que es hermoso.  Yo creo que son tres cosas que no necesariamente están puestas siempre en el trabajo de la radio: difundir lo que es necesario, lo que es importante, lo que es bello, lo que nos hace más libres, en el sentido que nos permite tener las palabras para expresar eso que nos duele, eso que nos emociona, eso que nos entusiasma.

Eso de persistir a través de la radio en este tipo de cosas es muy hermoso, y es porque dan placer; o sea, sin duda es cultura, y eso es muy importante.  Pero la cultura es sobre todo algo enormemente placentero y enormemente enriquecedor, y por eso es importante y por eso hay que perseverar.