La doctora María del Carmen Barcia, sobre Zoila Lapique, ha dicho: “Reparte conocimientos como quien regala flores, y no establece distinciones para hacerlo. Tal vez por eso me recuerda siempre a las hadas madrinas de los cuentos infantiles”.
Lapique (La Habana, 1930) es autora del ensayo Cuba colonial. Música, compositores e intérpretes, que cubre el período de 1570 a 1902. De este libro, Marta Rojas ha señalado que en ningún momento nos parecerá un inventario, sino un tejido en la música propiamente dicha y en lo social, que tiene tanto de armonía como de la psicología del cubano. La obra recibió el Premio de la Crítica y el de la Academia Cubana de la Lengua.
En su libro La memoria en las piedras, Zoila Lapique incursiona a través de la litografía cubana del siglo XIX. Sobre el esmero con el cual es aquí tratada la imagen, el poeta Eliseo Diego, al prologar la obra, declaró que resulta un bello manejo de visiones, como una prenda que estará siempre al servicio de los ojos, para su delicia y provecho. Por su parte, Graziella Pogolotti estima que el investigador recibirá un impresionante conjunto de datos, mientras que el simple diletante sabrá recorrer gustosamente estas páginas marcadas por el sabor de su tiempo. (Hablando de tiempo: nuestro a veces inaguantable sistema editorial tuvo engavetada la obra durante cuarenta años).
Por sugerencia de Argeliers León, Zoila Lapique comenzó a rastrear la presencia de la música en órganos de prensa como El Noticioso y Lucero de La Habana, El Plantel, El Liceo de La Habana y otros. El resultado fue el libro Música colonial cubana en las publicaciones periódicas, una joya de nuestra investigación erudita. Aunque editada en 1977, esta investigación recibió en 1974 el Premio de Musicología Pablo Hernández Balaguer, del Primer Congreso Mundial de Musicología, celebrado en La Habana.
Como cierre, permítasenos recordar estas atinadas palabras del musicólogo Radamés Giró: Cuando se haga el recuento de aquellos que han contribuido a conocernos mejor, la obra de Zoila Lapique quedará como un monumento a la paciencia, la pasión y la sabiduría impar.
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