Fernando Inclán Lavastida, el historiador de Marianao II


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Fernando  Inclán Lavastida, Historia de Marianao, Edición de 1943.

 

Ver: Fernando Inclán Lavastida, el historiador de Marianao I

¿Tuvo en sus manos Inclán Lavastida el texto Introducción a los estudios históricos, de los franceses Charles Seignobos (1854-1942) y Charles-Víctor Langlois (1863-1929)? De la historiografía de Seignobos se ha destacado el uso de una narración clara e imparcial, dando énfasis a la historia política en lugar de los procesos sociales y económicos; de ambos se subrayan la linealidad de sus narraciones y la jerarquía que en ellas ocupan la política y las “grandes figuras”. ¿Al declarar a Seignobos como referente metodológico de su quehacer, está Inclán declarando su filiación al positivismo o su desconocimiento de las renovadoras teorías de Bloch? ¿Bastará solo este referente para ubicar a Inclán distante del sendero que en la historiografía conduce hacia una historia total e interdisciplinar?

Profundos estudios de la vida de este historiador tendrán que realizarse si se pretende comprender desde su biografía, la postura que asume ante la historia y su proyección social como intelectual. Sin embargo, datos presentados como aval para que se le otorgue la plaza de Historiador de la Ciudad de Marianao en 1959 revela su activa participación en los procesos revolucionarios desde la década del 20.

Fernando Inclán Lavastida nació en San Juan y Martínez, Pinar del Río, el 14 de enero de 1911 y no se ha precisado la fecha de muerte, probablemente en el segundo lustro de la década del 70. En 1952, junto a su esposa Josefina López Betancourt, profesora que en su currículo destaca el ser graduada de George Washington High School en Tampa, se desempeña como administrador general del colegio American Academy, miembro de la Federación de Instituciones de Enseñanza Comercial de Cuba, con sede en General Lee (114) no. 5114 y 5116, entre Real (51) y Santa Catalina (59), Marianao, centro que dirige la doctora María Carmen Alemán. De los vínculos de Inclán con la enseñanza de la historia en dicho centro da muestra algunos de los fragmentos de la entrevista realizada a sus directivos el 12 de diciembre de 1955:

Nuestra inquietud – nos explica la doctora María del Carmen Alemán – va más allá todavía. Ponemos especial empeño en hacer alumnos de ancha base patriótica, amantes de nuestras tradiciones y respetuosos de nuestros próceres. Entendemos que con ello logramos educandos de sólido carácter y moral alta. Nuestros atrayentes actos cívicos son una prueba. Además, para esa tarea contamos con lecturas, biblioteca, museos iconográficos, labores artísticas… // Note usted – nos aclara Fernando Inclán- que no solamente damos al alumno una superior enseñanza de alta integración cubana, y le atendemos eficazmente el desarrollo físico y la superación escolar. […] // Allá, junto a la bandera cubana y el busto del Apóstol, una pequeña tribuna donde los alumnos ejercitan sus facultades y rinden pleitesía a la patria. (1)

Políticamente Inclán Lavastida se inicia en el movimiento revolucionario durante la dictadura de Machado, lo que le llevó a prisión hasta enero de 1932. Derrocada la dictadura combatió la oligarquía de Batista – Pedraza y en 1939 hizo su ingreso en el Partido Revolucionario Cubano, siendo nombrado presidente de la Asociación de Estudiantes Auténticos de Marianao. Participó en el acto de constitución del Partido Ortodoxo y fue sub-director de la “Hora de la Ortodoxia Revolucionaria”, programa radial dirigido por Juan Manuel Márquez que se transmitía todos los domingos por C.O.C.O. En las elecciones de 1950 fue candidato a Concejal por el Partido Ortodoxo, obteniendo la primera suplencia.

Al producirse el colapso de las Instituciones democráticas el 10 de marzo de 1952, Inclán Lavastida se negó a sustituir a los concejales destituidos por su negativa a jurar los Estatutos cuyas razones publicó en El Sol de 14 de junio de 1952 en el artículo “¿Por qué no juré los Estatutos?” A partir de entonces militó en el movimiento ortodoxo abstencionista, no participando, por tanto, de ninguna actividad partidista. No votó en 1954 ni en 1958, y cooperó en múltiples gestiones revolucionarias.

¿Fue su pasión por la historia, en particular con los sucesos de las Guerra de Independencia y sus protagonistas, lo que le llevó a tener una activa vida política o viceversa? Con la referida trayectoria no es posible, al menos en los detalles que acompañan las narraciones de los hechos históricos dentro del texto Historia de Marianao, no dejar huella en la producción histórica de su toma de partido, criterio que avala el currículo de obras agregados al aval referido:

Asimismo, Inclán Lavastida se ha significado por su preocupación por la causa de la cultura local. En 1943 publicó la primera edición de su Historia de Marianao; la segunda en 1952. Es el Primer Premio Cesar San Pedro”, que se otorgó en 1947, el que obtuvo con su artículo intitulado “Marianao, ciudad olvidada”. En 1954 obtuvo el Primer Premio en Concurso sobre la Vida y la obra de Juan Gualberto Gómez. Tiene inéditas algunas monografías de interés histórico local, entre ellas: “Baldomero Acosta en la Guerra de Independencia”, y “Efemérides Marianenses”, que son 366 fechas en la Historia de Marianao. Acaba de publicar un folleto intitulado “Juan Manuel Márquez: una vida en defensa del pueblo y sus libertades”. Actualmente tiene en preparación “Vidas forjadoras de la nueva Cuba”, que es una compilación de ensayos históricos sobre Mella, Martínez Villena, Rafael Trejo, Pablo de la Torriente Brau, Antonio Guiteras, Eduardo R. Chibás, Juan Manuel Márquez, Pelayo Cuervo Navarro, Frank País y Ciro Redondo.

Folleto publicado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de Marianao a cargo de Fernando Inclán Lavastida.

Como cierre de la presentación del texto Inclán coloca los agradecimientos, importantes para el análisis aquí asumido en tanto devienen una relación de comitentes con los que de algún modo establece el investigador determinado compromiso tanto en lo profesional y ético como en lo social. Tras reconocer el haber contado “con la acogida amable dispensada por todas las clases sociales de la población marianense”, los organiza en dos grupos: 1) los colaboradores en las fuentes y 2) los que viabilizaron el proceso de investigación hasta culminar con el financiamiento de la misma.

Encabeza el primero el capitán Joaquín Llaverías, director del Archivo Nacional de Cuba; seguido de los archiveros del Municipio de Marianao y la Parroquia de los Quemados; a los que continúan el general Baldomero Acosta, por poner a su disposición su valiosa documentación sobre el `proceso de la guerra de Independencia en las zonas cercanas a Marianao; como hicieron los herederos del laborioso investigador Francisco Reyna, por facilitar los archivos de aquel y a José Sirgo por la consulta de los fondos de la Junta de Educación.

En el segundo grupo, a Manuel Aspuru, propietario del central Toledo, quien por mediación de los doctores Joaquín María Álvarez, Antonio Millás y Pedro Nogueira, realizó importante contribución económica; al alcalde Isidro Viera Prieto, por dar seguimiento a la obra, a Orlando Martínez Zanetti, presidente de la Asociación de Periodistas y Escritores y secretario de la Federación Económica Municipal y al alcalde Ortelio Alpízar Quijano, por viabilizar el financiamiento de la publicación del texto.

Una nota promocional del libro, en el Diario Luz, correspondiente al 23 de mayo de 1943 ofrece otras perspectivas para su análisis historiográfico:

Notas de Libros. // HISTORIA DE MARIANAO // Como un aporte brillante a la bibliografía histórica de las ciudades cubanas, acaba de editarse la “Historia de Marianao”, un formidable documental histórico de la municipalidad marianense, desde los días oscuros de su fundación, hasta los presentes. // En este libro su autor, el talentoso escritor y municipalista Fernando Inclán Lavastida, hace una copiosa recopilación de datos y hechos, a la que no escapa ningún acaecer trascendente. En una prosa fina y amena nos va presentando en orden cronológico riguroso todo el discurrir social e institucional de Marianao. // El volumen, que comprende doscientas páginas pulcramente editadas, está prologado por el doctor Rubén Alfonso Quintero, que hace en sus palabras liminares una inteligente valoración del esfuerzo de investigación científica de Fernando Inclán. (2)

Si polémicos pueden ser los términos “recopilación de datos y hechos”, “acaecer trascendente”, “todo el discurrir social e institucional” e “investigación científica”, conciso es el de presentar al historiador marianense con el calificativo de “municipalista”, entendido como defensor de la autonomía del municipio como unidad político administrativa responsabilizada con el “bien común” de su territorio. Emilio Roig y Luciano Franco están a la vanguardia de esos acontecimientos en Hispanoamérica. Baste recordar que:

Nuestros museos municipales, los de Cuba, no escapan a esas esencias. Los de Bacardí (Santiago de Cuba, 1899), Oscar María de Rojas (Cárdenas, 1900) y Marianita Betancourt (Camagüey, 1920); el Museo de la Ciudad (a iniciativa del Dr. Emilio Roig, La Habana, 1942) y los creados al calor del decreto alcaldicio de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, como el el Municipal de Matanzas el 6 de septiembre de 1959 y el Museo Municipal de Marianao el 5 de febrero de 1960. (3)

Fundación del Museo y Archivo Municipal de Marianao por el historiador Fernando Inclán Lavatida.

En la obra de Inclán Lavastida está el testimonio de una etapa de la historiografía cubana, aquella que desde las patrias chicas se levantó en defensa del patrio cultural sedimentado durante siglos de relaciones interculturales propias de sus regiones. Cada ciudad, desde los horizontes que por diferentes vías arribaron a ella, y todas conectadas por la defensa del patrimonio histórico y artístico a partir de los años 20 en defensa de la identidad nacional. Que sus protagonistas formen filas en la Academia Nacional de la Historia de Cuba es una prueba irrefutable.

Defensa del Patrimonio Edificado en el Boletín Mayanabo.

En su edición correspondiente al martes 25 de julio de 1961, El Mundo publica la incorporación de Inclán Lavastida a la Academia de la Historia de Cuba en condición de miembro correspondiente junto al camagüeyano Dr. José A. Riva Agüero, el espirituano Dr. Luis F. del Moral y, de Güines, Candelario Hernández Larrondo. En la categoría de académicos de número se enuncia la admisión, entre otros, de los doctores Raúl Cepero Bonilla, Antonio Núñez Jiménez, Carlos Rafael Rodríguez y José Rivero Muñiz. Comunica también la nota el haberse recibido los discursos de ingreso de los académicos de número: los doctores Julio Le Riverand Brusone, Fernando Portuondo del Prado y el arquitecto José M. Bens Arrate; así como el del miembro correspondiente Dr. Humberto Arnáez Rodríguez, de Remedios. (4)

 

NOTAS

(1) El Sol, 47(15):6, Marianao, lunes 12 de diciembre de 1955.

(2) Diario Luz, 23 de mayo de 1943, recorte de prensa en “Datos biográficos del Historiador de Marianao Fernando Inclán Lavastida”, Museo Municipal de Marianao, Centro de Documentación, Caja 4, no. 4.02.1.

(3) Marcos Tamames Henderson: “El Museo Municipal de Playa en su razón de ser”.

(4) “Varios propuestos para académicos”, El Mundo, martes 23 de julio de 1961 y “Más académicos en la Academia de la Historia”, Hoy, La Habana, miércoles 26 de julio de 1961, en Museo Municipal de Marianao, Centro de Documentación, Carpeta 1-4 Folletos, 30.

 

BIBLIOGRAFÍA

Aguirre Rojas, Carlos Antonio: “Carlos Marx y el aporte todavía vigente del marxismo para las ciencias sociales del siglo XXI”, en su Retratos para la historia. Ensayos de contrahistoria intelectual, pp. 11-34, Editorial ICAI, La Habana, 2010.

____________: “El itinerario intelectual de Marc Bloch y el compromiso del intelectual con su propio presente”, en su Retratos para la historia. Ensayos de contrahistoria intelectual, pp. 93-127, Editorial ICAI, La Habana, 2010.

Castells Oliván, Manuel: La cuestión urbana, Ed. Félix Varela, La Habana, 2003.

Inclán Lavastida, Fernando: Historia de Marianao, Editorial El So, Marianao, 1943.

Roig de Leuchsenring, Emilio: Veinte años de actividades del Historiador de la ciudad de La Habana 1935-1955, Oficina del Historiador de la Ciudad, 4t., La Habana, 1955.

Romero, José Luis. "Reflexiones sobre la historia de la cultura", Imago Mundi, (1), setiembre de 1953. http://jlromero.com.ar/publicaciones/reflexiones-sobre-la-historia-de-la-cultura. Acceso: 27 de febrero de 2017.

____________: Latinoamérica: las ciudades y las ideas, Ed. Siglo xxi Editores, Argentina, 1986.

Tamames Henderson, Marcos Antonio: “La red de museos en aniversario. ¿Conmemoración o recapitulación? (II): Monumentos nacionales y locales”, Cubarte, La Habana, 5 de febrero de 2016. www.cubarte.cult.cu/es/.../la-red-de-museos-en-aniversario.../36306.

Valle Valle, María Cristina y María del Carmen Murvieta Méndez: “Vida cultural y prensa. El periódico El Sol como difusor de la cultura en el Municipio”, p. 1, [s/f], en Museo Municipal de Marianao, Centro de Documentación, Carpeta V, no. 11.


1 comentarios

Jose L. Lavastida
16 de Abril de 2020 a las 07:34

Muy interesante.

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