Obra de Reinier Saavedra Sotolongo

En José Martí, “ese misterio que nos acompaña”, está la clave del pensamiento cubano, como síntesis y como proyección. Un devenir que tuvo el 1 de enero de 1959, su fecha de desembocar realizaciones concretas, su delta cultural más disruptivo. El cierre de un ciclo histórico y el punto de partida hacia nuevas conquistas. De la progresión del sueño y la consecución del triunfo de “los pobres de la tierra” en esta Isla, guiados por quien nos enseñó a unir, Martí, y quien a vencer, Fidel.

Por ello, no es posible imaginar nuestra última marcha, esbozar nuestras batallas recientes, sin acudir a la estirpe, y a los rostros de estos “guardianes de la historia”. De ahí lo pertinente del título y de la muestra misma, que ocupa por estos días en la sala transitoria del Memorial José Martí. Como significó en su inauguración Héctor Hernández Prado, subdirector general de la Oficina del Programa Martiano y vicepresidente primero de la Sociedad Cultural José Martí.  Una exposición colectiva con la motivación central de conmemorar el tercer aniversario de la desaparición física de quien “se sintió siempre discípulo de Martí” y  “hoy podríamos decir, fue su mayor y más grande discípulo”. De quien “luchó para que Martí permaneciera en el alma de la Patria”.

El Héroe Nacional y el Líder Histórico de la Revolución, son los protagonistas de las obras plásticas que conforman Guardianes de la historia. Las 17 piezas bidimensionales (dibujos y pinturas) y las dos esculturas, de cinco artistas cubanos: Alexis Gutiérrez Gelabert, Kamyl Bullaudy,  Reinier Saavedra Sotolongo, Jorge Enrique Domínguez (Yoyi) y Rafael Sánchez Ruiz.

El pequeño Caguairán. Alexis Gelabert.

Gallo de pelea. Alexis Gelabert.

Nos reciben cuatro pinturas del pintor, escultor, ceramista, historietista e ilustrador del Alexis Gutiérrez Gelabert. Tres pasteles/cartulina donde se alude un Fidel árbol (Caguairán), montado sobre un gallo de pelea, o de niño jugando a hacer sueños. También un óleo/tela con un Martí –naturaleza, Me complace más que el Mar. Piezas que integraron su exposición A la sombra del Maestro, inaugurada en el Memorial, por el 165 aniversario del natalicio de Héroe de Dos Ríos y como homenaje a ese gran martiano y fidelista que fue el Dr. Armando Hart Dávalos. Obras de encendido colorido, con las que se transfiere el tono y la composición, entre barroca y simbólica, de la prosa y la poesía martiana.

Prosiguen esta banda tres acrílicos de Kamyl Bullaudy, de su serie Iconografía. Tres rostros de Martí, en verde, rojo y azul, con su peculiar estilo. De Bullaudy, es además El alma, una expresiva escultura de hierro colocada al final de la sala. Custodiando -como la escultura de Yoyi  Dos historias que se elevan-, uno de los tres óleos del joven artista Reinier Saavedra Sotolongo.

                                 El gran slugger. Reinier Saavedra Sotolongo                                               

Los de Saavedra los habíamos visto en Semblanza, su primera exposición personal en la capital, inaugurada aquí mismo con motivo del primer cumpleaños de Fidel, sin su presencia física. Son metáforas construidas con una misma operatoria, un zoom óptico hecho a emblemáticas fotografías del Comandante, y la colocación en sus pupilas de símbolos o imágenes que remiten a momentos emblemáticos del héroe.

Además de la escultura el creador autodidacta Jorge Enrique Domínguez contribuyó con tres cartulinas y un óleo/ tela en el que integra las dos figuras protagónicas de la muestra, en una metáfora que denota su apasionada lucha por la paz y el equilibrio del mundo.

El pintor del café Rafael Sánchez Ruiz, aportó dos retratos de Martí y una composición simbólica en la que aparecen los hermanos Fidel y Raúl, el yate Granma y el frente del hoy Museo de la Revolución, con el tanque SAU-100, utilizado por Fidel en el enfrentamiento a la invasión por Playa Girón.

Son obras plásticas de disímiles códigos y estilos que procuran trascender la representación de sus rostros. Que informan de las impresiones de sus improntas en sus personales miradas de Cuba y, a la vez, expresiones de su sentirse cubanos, representados en estos dos símbolos que nos identifican y cohesionan.

En la apertura que tuvo lugar la tarde del miércoles 20 de noviembre, participaron representantes de la Sociedad Cultural José Martí, del Centro de Estudios Martianos y del Club de lectores La Rosa Blanca.

La muestra estará a disposición del público hasta el próximo 17 de diciembre en este solemne sitio para venerar al autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, e inaugurado por Fidel el 27 de enero de 1996.