Las intervenciones del poeta y narrador oral Jesús Lozada y del editor Mario Picayo Rivera, pusieron fin a las sesiones del segundo Taller Internacional del Programa de Estudios sobre Afroamérica Juegos de libertad. Prácticas de descolonización del universo infantil, realizado del 14 al 17 de noviembre de 2023 en la Casa de las Américas
La jornada de cierre se dedicó casi por entero a la narración oral, «una de las dimensiones de la expresión humana cuyos efectos educativos y prácticas pedagógicas aspira a resaltar este evento», comentó la escritora y coordinadora del Taller Internacional, Zuleyca Romay.
El investigador y profesor Jesús Lozada aseguró que uno de los aciertos y de las aportaciones epistemológicas más importantes del evento tenía que ver precisamente con su título, ya que en el juego se establecen pactos, normas y contratos, donde cada uno reconoce la libertad propia y la del otro.
Al dictar su conferencia analizó las visiones académicas y populares sobre lo que se considera como tradición y tradicional. Categorías estas que no deberían verse como concluyentes, sino como fenómenos vivos en los cuales existen evidentes mecanismos de adaptación y refuncionalización.
Comprenderlas implica reconocer, no solo restos de producción simbólica, espiritual, intelectual y material, sino fenotipos y genotipos híbridos, al decir del especialista.
Así mismo, se refirió a nuevas tendencias que giran alrededor de la idea de tradiciones cambiantes, en las cuales la antigüedad se convierte en un valor relativo y se opera desde el análisis de los procesos formativos y adaptativos.
De esta forma, declaró Lozada, lo que hoy realizan los narradores orales contemporáneos es tradición inmediata. Se basan en elementos antiguos y los reconstruyen al incorporar elementos de otras artes que redimensionan y expanden el texto, la puesta, la fábula o el cuento.
Aunque existen detractores de las nuevas corrientes, no se puede rechazar en primer plano esas reconstrucciones y refuncionalizaciones; y, dado que las tradiciones están constantemente expuestas al cambio, debería profundizarse en los nuevos sistemas simbólicos de expresión y de producción de contenidos orales, escritos, comunicacionales y audiovisuales, encaminados al universo infantil.
Por otra parte, Mario Picayo presentó a grandes rasgos el trabajo de las tres editoriales que dirige, dos de ellas enfocadas en la literatura infanto-juvenil, cuya producción está dirigida al joven lector de las islas anglófonas y la diáspora antillana de New York, Miami, Toronto y Londres.
Destacó que entre un 80 y 90 por ciento de los lectores son afrodescendientes como también lo son autores e ilustradores.
Como editorial pequeña e independiente, sus libros sirven de contrapeso a la avalancha audiovisual que llega al Caribe desde el extranjero. Entre los géneros publicados por la Editorial Little Bell Caribbean aparecen cuentos, fábulas, poesía, narrativa, libros de pasatiempos, de ciencias, entre otros en los que siempre resaltan los temas caribeños.
«Nuestra filosofía editorial requiere que borremos de la mente los prejuicios que tenemos y que definen, desde patrones extranjeros, lo que es buena literatura», manifestó.
Tampoco son incluidas imágenes intencionalmente ofensivas o de discriminación y evitan el estereotipo y aquellos roles que convierten a los personajes en predecibles.
«Debemos ser justos y balanceados en la caracterización, para que todo niño o niña que observe nuestra obra encuentre en ella personajes a emular y estilos de vida a los que aspirar. La belleza viene en muchas formas y colores, y aspiramos a desarrollar el imaginario de nuestros más pequeños lectores».
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