Celia Sánchez en la Memoria del Mundo


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Mayo es un mes especial de recordación para quien fuera “la flor más autóctona de la Revolución”. A 100 años de su natalicio, Celia Sánchez sigue siendo un ejemplo de mujer entregada y vigorosa que permanece en el recuerdo y en la acción de cada cubano. Por su extraordinario valor histórico, el conjunto de documentos que calzan su paso por la vida forman parte del Programa Memoria del Mundo, una iniciativa internacional de la Unesco que desde 1992 coadyuva a la preservación, conservación y acceso al patrimonio histórico documental de mayor relevancia para los pueblos del mundo, y de la cual Cuba es miembro.

“La Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado (OAH), -afirma  Jorge Luis Aneiros para el programa televisivo Punto de Partida[1]-, es la institución que posee la totalidad de sus bienes documentales para cumplir el proceso de salvaguarda, que incluye el procesamiento archivístico, restauración y protección de los originales mediante una adecuada digitalización o microfilmación, lo cual garantiza su conservación y las posibilidades de uso para los especialistas e investigadores gracias a los beneficios de la automatización”.

Al indagar sobre los documentos, afloran detalles del recuerdo que conforma una historia de vida. Asunción Pelletier, trabajadora de la OAH por muchos años, no oculta su gran admiración por Celia: “ella dejó todas sus comodidades para incorporarse a la lucha insurreccional - corrobora- y por su propia voz conocí de qué forma fue organizando su historia, que es la nuestra; ella misma, con su ejemplo, sentó las pautas para la conservación de los muy diversos materiales que se atesoran hoy en la Oficina de Asuntos Históricos”. Asunción empezó colaborando en la clasificación de los documentos: “fueron 46 años cuidando los documentos que con tanto amor ella recogió. Cada miércoles se reunía aquí, con cada uno de los trabajadores de la Oficina, y nos daba las tareas a realizar, y otras encomiendas a los combatientes; así fuimos trabajando, con muchísimo cuidado, junto a Nidia Sarabia, Raúl Corrales, Luis Rodríguez Kessell y el Capitán René Pacheco Silva, en la recién inaugurada Oficina, en 1964”; una vez que fallece Celia, sustituye a su hermana y se encarga del depósito documental, hasta el momento de su jubilación. Surgen de su mente, además, el sabor de los dulces recién elaborados por las manos de Celia, los dibujos que hacía, el diseño de los uniformes para los becados, los trabajos voluntarios compartidos, los comienzos del Parque Lenin, y hasta los improvisados y divertidos desfiles de moda entre las trabajadoras en un momento de asueto.

El conjunto de documentos personales de Celia Sánchez impresiona, no sólo por la cantidad física, sino también por la valía de su interpretación desde la memoria y el recuerdo.  Nelsy Babier, especialista del Departamento de Proceso Documental, ha contribuido a procesar cinco mil cuatrocientos dieciocho documentos, con casi tres mil fotografías, desde la papelería de los primeros estudios a los seis años de edad, hasta el más mínimo papel que en la lucha clandestina ella se ocupó de guardar, a sabiendas de la importancia histórica de conservar cada detalle.

Fue costumbre de Celia, en el escaso tiempo libre que podía tener, ir transcribiendo con letra más legible cada documento que con innegable rapidez por las muy variadas circunstancias fueron dirigidos tanto a la familia como a sus compañeros, y en los cuales se pone de manifiesto no solo una gran sensibilidad y amor, sino también su pensamiento político con una fe en el triunfo del movimiento revolucionario que la hace vislumbrar arduas y cumplidas tareas. Está allí, además, el testimonio documental de las responsabilidades de la luchadora después de 1959, en los veinte años que fungió, primero, como Secretaria de la Presidencia, y después como Secretaria del Consejo de Estado, así como toda la correspondencia con Fidel y otros dirigentes esenciales, durante toda su vida: el Che, Frank, Almeida, Raúl… a quienes pedía, en ocasiones, que guardaran la correspondencia enviada por ella para poder contar, para la Historia, con los documentos originales.

                  

Pero este fondo documental no posee solamente documentos de, para y sobre Celia. Está presente su familia, desde la evidencia de los estudios realizados por su padre y los documentos sobre las Guerras de Independencia que este con celo guardó, hasta la correspondencia de su madre, sus hermanas, sus amigos. “Es como tener un pedazo de Historia en las manos”, asevera Rogelia Vera Corzo, restauradora. Para su equipo constituyó un desafío, pues buena parte de los documentos se encontraban en mal estado, impregnados de tierra, moho, doblados, partidos; pero no podía desdeñarse ninguno, porque hasta el pedazo de papel cartucho más pequeñito en efecto resultó ser una nota enviada al Comandante en Jefe.

                   

La preservación digital del fondo Celia Sánchez fue el primer trabajo de este tipo acometido en la Oficina de Asuntos Históricos, en una base de datos. Afirma Armando Gómez, el informático, que como proyecto de digitalización asumió las normas generales; se comenzó con los documentos planos -manuscritos, fotografías, negativos…-, que fueron escaneados con copias máster en formato TIF para lograr su total integralidad como facsimilar con vistas a las copias de acceso; son las asociadas a la Base de Datos, que tuvo dos variantes: la primera, ArchiVen, proveniente de Venezuela, y una segunda creada por nuestra Universidad de Ciencias Informáticas, UCI.

Una vez organizada toda la documentación del Fondo Celia Sánchez Manduley, fue entregada al Comité Cubano Memoria del Mundo para su estudio y análisis, a fin de cumplimentar el protocolo con la mayor exactitud. A fines de 2012 se aprobó la inscripción del fondo en el Registro, lo cual se hizo efectiva, en acto público, el 20 de marzo de 2013.

“Para construir la Historia, hacen falta sus protagonistas”, recuerdan sus allegados que repetía Celia. Y ahí está su obra, perenne y útil, en la Memoria del Mundo.

 

Notas:

[1] Punto de Partida es un producto audiovisual realizado por el Centro Nacional de Superación para la Cultura y el Canal Educativo de la Televisión Cubana. Las entrevistas referidas en este texto corresponden al programa dedicado a Celia Sánchez Manduley en el ciclo Cuba en la Memoria del Mundo de la Unesco.

Fotografías: Cortesía de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado para Punto de Partida


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