Desde el 28 de enero de 1939, el aniversario del nacimiento del Héroe Nacional José Martí se convirtió en homenaje patrimonial y conceptual de los trabajadores cubanos, toda vez que dicha fecha fue elegida para proclamar el nacimiento de la Confederación de Trabajadores de Cuba, como resultado del enorme esfuerzo desplegado por la clase obrera, bajo la conducción de Lázaro Peña González.

La concertación de la unidad de los trabajadores como fundamento para la constitución de la CTC, a partir del concepto unitario martiano, que guió la actividad organizativa de sus dirigentes desde finales de 1935, quedó expresado por Lázaro Peña en multitudinario acto de solidaridad con México en el estadio Cerveza POLAR, el 12 de junio de l938, cuando ante más de 80 mil cubanos precisó: “... sobre los hombros  de la  masa obrera nuestra, sobre los hombros de nuestro pueblo -disperso aún- y solamente sobre esos hombros, está repartida la responsabilidad inmensa de hacer la patria que Martí quería”.[1]

Tal principio unitario, vigente inclusive en los actuales retos de la nación cubana, fue magistralmente resumido por Lázaro en su discurso inaugural del congreso constituyente de la CTC, el 23 de enero de 1939, cuando opinó: “Para mí, la mayor significación de nuestro Congreso, radica en esa unidad consciente, que no oculta las diferencias sostenidas, sino que se basa en ellas, para abolirlas en la acción cotidiana y por la acción de la unidad.  (...) Será una unidad de fundamentos hondos; será una unidad nacida y afirmada en las decisiones de los sindicatos y en las decisiones de toda la masa obrera”.[2]

Puede entenderse la razón de que, tras las fecundas y combativas sesiones del Congreso, éste quedara oficial y públicamente clausurado, y proclamado el nacimiento de la CTC, precisamente el 28 de enero de 1939, ante la estatua del Apóstol en el Parque Central habanero, en presencia de los delegados e invitados al Congreso, expresión de la conciencia de clase alcanzada por los trabajadores cubanos en sus varias décadas de lucha, y de la incansable labor unitaria de sus dirigentes.

En la tarde de este 28 de enero, en ocasión de los aniversarios 76 de la fundación de la CTC y 162 del natalicio de José Martí, el movimiento sindical cubano rindió homenaje a ambos acontecimientos en el antiguo Palacio de los Torcedores, sede del Centro Cultural de los Trabajadores.

Como en otras ocasiones, se efectuó una Gala Artística Cultural protagonizada por artistas aficionados y profesionales, estudiantes o miembros del sindicato de trabajadores de la cultura, en un programa bajo la dirección artística del ya reconocido Israel Marrero, responsable del trabajo cultural de dicha instalación.

El acto estuvo presidido por Lidia Rosa Morales Mendoza, Jefa del Departamento de Educación y Propaganda de la CTC Nacional, y Alfredo López Morales, Miembro del Secretariado Nacional de la CTC y Presidente de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), quien tuvo a su cargo las palabras centrales.

 El dirigente obrero, en su intervención, destacó la historicidad del edificio donde radica hoy el Centro Cultural, que el próximo 14 de julio cumplirá 90 años, debido a los cruciales acontecimientos que se sucedieron en ese lugar desde su construcción e inauguración en 1925, por el esfuerzo de los trabajadores, entre los que se destaca la colocación de la primera piedra por Julio Antonio Mella, acompañado de Rubén Martínez Villena. 

La ocasión sirvió para la premiación de los innovadores ganadores del Concurso Creatividad Laboral por una Economía Sostenible, convocado por el Buró Nacional de la ANIR, con un premio único por cada género.

Resultaron ganadores, el matancero Alberto Expósito Marichal, en el género Relato, Rosa Esther Carvajal Sánchez, de Santiago de Cuba, en el género Cuento; Carlos Manuel Pérez González, innovador pinareño, en el género Décima, y Marciano Ortiz Matos, de Holguín, en Poesía.

Los galardonados recibieron el reconocimiento de los representantes de los sindicatos nacionales y la CTC, del Buró Nacional de la ANIR, trabajadores de la capital y vecinos de la comunidad donde está enclavado en centro, presentes en el emotivo acto.

La velada artística, conducida por Lea María y Lía, contó con la participación  del cantautor Reinier Valdés; la compañía de danza Pinos Nuevos; las solistas Bárbara Llanes y Vianney Silva; declamadoras de la Secundaria Básica Protesta de Baraguá, y los muy conocidos y aplaudidos compositores e intérpretes, Carlos Ruiz de la Tejera y Jesús del Valle (Tatica) .

Un significativo momento se produjo cuando el Presidente de la ANIR, Alfredo Machado, como colofón de la cita, entregó a Raimundo Estrada Rodríguez, director del Centro Cultural, un cuadro con la réplica del carné de asociado de la ANIR del Comandante en Jefe Fidel Castro, para que sea expuesto en la sala museable dedicada a dicha asociación.