El Hotel Riviera: joya del Patrimonio Moderno


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Impresionante y sublime, el Hotel Riviera, Monumento Nacional, es de esos espacios que embelesan y atrapan. Construido entre 1956 y 1957 es esa flor perfumada que atrae al ave a libar de su néctar, que como colibrí revolotea y regresa, una y otra vez, sediento del dulce líquido.

Así es todo el Hotel, sus dimensionados dominios se expresan a lo largo, ancho y alto con majestuosidad, es todo un caballero andante, esta vez, el de la alegre figura, y es, también, la dama seductora que obliga a girar el rostro para siempre mirarla aquí y allá, fijo, a los turbadores ojos que impiden, para siempre, cualquier olvido, no importa el tiempo que pase, para ser siempre fiel a su alma.

El Hotel fue inaugurado el 10 de diciembre de 1957 y declarado Monumento Nacional el 18 de abril de 2012.

De cara al mar, como desafiándolo, esta edificaciónes una singularidad entre todos los hoteles que puedan estar mirando al mar en Cuba. 

A su entrada, de frente, caminando sobre un estanque y un pequeño puente que lo sobrepasa, el Hotel recibe al visitante con una hermosa escultura de Florencio Gelabert, «La sirena y el pez», este último parece la representación de la grácil figura deun Hippocampus o caballito de mar. 

Cruzado el vial para la entrada de autos, el elegante lobby se abre al paso a través de una puerta circular para mostrar, como especie de museo; esculturas como «Ritmo cubano», también de Gelabert; así como, exposiciones temporales de artistas y artesanos; adornos con naturaleza muerta sobre  formidables mesas centrales, rodeadas de confortables muebles, los chaiseslounges, que se conservan junto a originales butacones rojos, todosbajo un exquisito diseño moderno.

En esta planta también hay regocijo al admirar la puerta que da acceso al elegante L’Aiglon, preciado por haber sido uno de los más lujosos restaurantes del siglo pasado. Él está amenizado con el bello mural costumbrista «Escenas», del pintor español Hipólito Hidalgo de Caviedes. Otro mural, ubicado en el Salón Internacional y de la autoría del cubano Rolando López Dirube, recrea signos de juegos Abakuá en altorrelieve y técnica mixta.

En el bar del antiguo casino podemos disfrutar de «Los músicos», la única serie completa realizada en su tierra por el artista Cundo Bermúdez, y el díptico,«Pedacito de Archipiélago», de Ernesto García Peña nos sorprende en el Bar Al Fresco.

Exposiciones de concursos fotográficos e imágenes de visitantes ilustres se mezclan como parte de la propia personalidad del atractivo ambiente museístico, integrando elementos patrimoniales materiales y espirituales, como un buen ajiaco cubano, que enriquecen el ambiente con su fragancia y el buen gusto. 

Rematándolo todo, aunque no como en las subastas, se encuentra una especie de mural vivo, son las amplias paredes de cristal del ala norte, que muestran el malecón con su ancha avenida y, cruzándola, el mar; alegría de parejas románticas, y personas venida de lejos o de la comunidad local que se sientan sobre el muro de concreto que separa la tierra firme del salado líquido para coger algo de fresco, sobre todo, en las noches, cuando el terral le cede el paso a la brisa.

También, la imagen del pescador de cordel (nailon) y anzuelo o, a vara, se refleja brillante o en sombra,dependiendo de la posición de sol y su contraluz. El hombre, y en algunos casos la mujer, desafiando sol y salitre deshace horas para al final solo atrapar, en el mejor de los casos, una buena “picada” o el famoso y frecuente “pez roca” que casi siempre roba junto a la carnada el garfio atrapador.

Sobre todo de día, también se contemplan muy bien al pie del muro, rectángulos excavados en la dura roca de lapies o dientes de perro, remanentes de arrecifes de coral existentes en tiempos remotos. 

Llenos de agua de mar en permanente recirculación, son las huellas de lo que fueron “los baños” que desde “El Encanto” en la calle 6 llegaban hasta la calle E, también conocida como la “calle Baños” testigos de lo que fuera el uso del litoral con fines recreativos. Allí estuvieron las famosas playas del Vedado, que se perdieron cuando la avenida del malecón en su camino hacia el oeste las sepultó para permitir la edificación de diversas construcciones entre ellas la continuación del malecón habanero y el emblemático Hotel Riviera.

Continuando hacia el final del lobby y frente a los elevadores, una estructura singular, la espectacular y dorada escalera helicoidal que lleva, como en escapada a la planta inferior, en la que se admira una escultura de Rolando López Dirube. Una vez en este nivel inferior se puede acceder a boutiques, salones de belleza, una cafetería-restaurant, baños y espacios administrativos.

A la inversa, en sentido del ascenso, los escalones quedan suspendidos en el aire sin llegar a parte alguna; quizás indicando el camino al cielo o mostrando que por allí no hay evasión posible; o tal vez, como la oportunidad de contemplar desde lo alto, desde un bello mirador, el lobby en todo su esplendor.

Mediante el mecánico ascenso de los elevadores, se llegan a las espaciosas habitaciones que también conservan el ambiente de los años 50. Desde allí, a través de sus amplios ventanales de cristal, o sus balcones, cada habitación muestra una hermosa vista; la de la mar en toda su inmensidad, esa que oculta su falda allá en el horizonte siempre a la caída de la tarde, cuando en complicidad con el sol esconde su rostro para pasar la noche, quién sabe haciendo o conversando qué. 

Antiguamente, aunque no desde demasiada altura, podía visualizarse algún que otro pez, sobre todo aquellos de vistosos colores como los loros y las viejas loras, especies de peces típicos del arrecifes de coral. 

Desde allí, también se observa, en el borde más cercano algo que no puede ocultarse nunca completamente, ni de día ni de noche, una cinta gris serpenteante de Este a Oeste; el muro del malecón habanero, sobrepasando su función contentiva.

De día, el fuerte hormigón refleja el brillante soltropical, de noche, las luminarias continúan revelando sus sinuosidades, solo ocultas cuando losfuertes temporales la cubren con un manto líquido y salado.

Es como si el agua celosa y airada por la tormenta,tratase de cubrirlo y lamerlo bajo un espumoso abrazo. El éxito, es solo temporal, él siempre logra destaparse, para luchar por lucir su regia personalidad y su verdadera identidad; así, una y otra vez, durante largas horas y a veces días.

Hacia el ala Oeste de la edificación principal, la piscina, con trampolín y plataforma de varios nivelesexhibe un precioso diseño. La superior altura destinada para vencer una distancia de 10 metros invita al que la desafía a la aventura del salto para luego sumergirse en el agua cristalina que refresca la piel y atenúa la emoción de vencer el vacío. Y no lo duden, el salto impresiona y a la vez  estimula.

Es interesante hacer notar dos aspectos significativos de la piscina: uno que, visto desde la altura se contempla su forma de ataúd; y dos que, gracias al estudio de la trayectoria de la luz solar y la ubicación de la alberca se logra que en un momento  determinado del día se perciba sobre ella una sombra en forma de cruz.

En toda su integralidad se revela de manera ejemplar un destacado modelo de la arquitectura racionalista del Movimiento Moderno en Cuba. Es este racionalismo arquitectónicos, según explican los expertos, la depuración de lo ya sobresaturado, dejando solamente lo esencial, lo práctico y funcional para cada situación.

El Hotel Riviera es un hito del patrimonio moderno y se ajusta  a una zona urbana de altos valores patrimoniales nombrada El Vedado, que resulta  a su vez, una zona de protección patrimonial por sus diversos valores.

Este territorio es un modelo de desarrollo urbano, se caracterizó por la combinación armoniosa de calles y avenidas pobladas de árboles, portales y casas señoriales de los más variados estilos, predominando el ecléctico. Su diseño racional de calles con números o letras favorece el sentido de los vientos alisios predominantes. En su desarrollo se logró una adecuada combinación de edificios, cines, restaurantes, escuelas, conservando el encanto de sus paseos y calles arboladas. Se mantienen, quizá como en ningún otro lugar de Cuba, las elegantes residencias de épocas anteriores. También destacan diferentes edificaciones de estilo art decó, admiradas por visitantes y conocedores de su arquitectura.

Entre los muchos atractivos del Hotel Riviera que enriquecen a esta zona habanera se destaca suforma en Y, que permite la obtención de buenas visuales al mar desde varios ángulos y además disimular la zona de elevadores. 

Otro de los elementos propios de la arquitectura del Hotel Riviera es la presencia de la Cúpula del antiguo Casino, antiguamente revestida con cerámicas rectangulares muy pequeñas, que llamanla atención desde el exterior.

Desde su construcción el Hotel ha sufrido algunos cambios menores como es normal después de tantos años de explotación, pero ninguno modifica su estilo. Tal es el caso del ala norte y su entrada secundaria que tuvo que ser modificada debido a las frecuentes penetraciones del mar consecuencia de las fuertes marejadas.

Otro de los valores que se integran para hacer del Hotel un reconocido Patrimonio Nacional es el espiritual. Numerosas personalidades lo han sido visitado: entre ellas estrellas de cine de gran prestigio internacional; incluso el Cabaret Copa Room fue inaugurado por la actriz y bailarina GingerRogers, estuvieron los comediantes Abbot y Maurice Costello y el cantante Vic Damonte. También estuvieron Stewart Granger, Alain Delon, Olga Guillot, Pacho Alonso, el Cuarteto las D´Aida, Chucho Valdés, Leo Brouwer, Alicia Alonso, Frank Fernández,Rocky Marciano, Kid Chocolate, Gabriel García Márquez, Michel Legrand; la luchadora negra norteamericana Ángela Davis y la primera mujer cosmonauta Valentina Tereshkova, entre muchos más.

El Hotel Riviera traspasa la frontera de la inspiración inicial que pudo existir: desde la influencia francesa… hasta la del “Riviera Casino” de Las Vegas. El Hotel Riviera nació y se desarrolló con la cubanía de la identidad propia para orgullo de sus coterráneos.

En resumen, el Hotel Riviera  conserva todo el esplendor de su arquitectura y de la decoración de la década de los años 50 y es ejemplo de conservación de la rica y diversa historia nacional material y espiritual. 

Principales fuentes consultadas:

Monumentos Nacionales de la República de Cuba.

Ecured Portable (ver. 1,5) (www.ecured.cu.).

Wikipedia: http://www.wikipedia.org/


1 comentarios

Maribel
14 de Mayo de 2021 a las 16:20

Fabuloso, siempre que paso no puedo dejar de recrearme en el. Lo único que puedo hacer pq entrar para que?

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