La mayor fiesta de la discografía cubana comenzó este 18 de mayo, luego de realizarse la última edición en septiembre del pasado año. Apenas pasaron ocho meses y las casas discográficas contaban con producciones nuevas para alcanzar las dos centenas, cifra de álbumes participantes en esta ocasión.

Cubadisco nació hace 23 ediciones para convertirse en el evento internacional más importante de la industria discográfica de la música cubana y visibilizar el trabajo de las discográficas. Cada año se dedica a un país y a un género musical, además, rinde homenaje a personalidades y artistas con una destacada labor creadora en el campo de la música nacional.

El evento se ha consolidado en el panorama sonoro y en el público cubano. No obstante, es como una pieza de arte no acabada, a la que hay que ir corrigiéndo las imperfecciones.  

UNA MIRADA DESDE DENTRO

La creciente industria de la música en Cuba a partir de los años noventa demandó de acciones para crear un espacio que propiciara el intercambio entre productores y ejecutivos de la industria musical, y además, organizar un certamen que estableciera un equilibrio entre todas las casas discográficas cubanas y extranjeras.

En 1997 se realizó la primera Feria Internacional CUBADISCO y quedó instaurado el Fonógrafo de Ébano como símbolo máximo del concurso. Después de esta fecha, el Instituto Cubano de la Música y el Comité Permanente de la Feria Internacional Cubadisco convocan cada año al certamen, que premia por categorías las mejores producciones del período.

Durante la Feria se ofrecen conferencias especializadas, exposiciones, coloquios, conciertos, se presentan las nuevas producciones discográficas, así como una amplia programación musical en diferentes teatros y salas de La Habana (uno de las principales inquietudes es que solo llega hasta la capital), donde participan agrupaciones e intérpretes cubanas y extranjeras.

A partir de 1998 y hasta la fecha el premio se ha convocado en más de 25 categorías en las que se agrupan todos los géneros musicales. El Comité del Premio está integrado por profesionales de alto nivel entre músicos, musicólogos, críticos, directores de programas musicales de radio y televisión, periodistas y directores de revistas especializadas. Este jurado escucha disco por disco para seleccionar aquellos que tienen posibilidades de pasar a la nominación por categorías.

Después, en una segunda etapa, se constituyen los jurados por categorías y se seleccionan los premios en cada una de ellas y un Gran Premio si se considera necesario. Se entregan también Premios Especiales a personas o Instituciones con una labor destacada dentro del ámbito musical y especialmente relacionado con el fonograma.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

La más reciente edición de Cubadisco dejó tragos dulces y amargos. Para solucionar algunas de estas inconformidades se han anunciado varios cambios en la edición respecto al año anterior. Como ya es conocido, el objetivo fundamental de esta feria es la promoción y difusión de la música cubana, aspiración que quedó a medias debido al talón de Aquiles del 2018: la poca presencia de público.

En esta ocasión se han ampliado los escenarios y habrán muchas más presentaciones de los músicos nominados. Cubadisco llegará hasta el Teatro Karl Marx, la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, el Teatro Nacional, el Teatro Mella, la Casa del Alba Cultural, La Catedral de La Habana y la Avenida Carlos III. Además de la Casa de la Música de Plaza, escenario del simposio teórico, el evento volverá a asaltar el Pabellón Cuba, en donde las casas disqueras podrán comercializar directamente con los asistentes parte de su catálogo.

Otro de los retos es lograr que sea un evento que se parezca cada día más a la industria cultural y al escenario actual que vive esta industria. No es un secreto que a nivel internacional la venta de discos físicos ha disminuido por el auge de las plataformas de distribución online. Cuba no está exenta de esta situación y la premisa es buscar nuevas alternativas para insertarse en estas maneras de comercializar la música. Precisamente, una Feria Internacional es el escenario idóneo para repensar y dialogar sobre las vías de solución.

Además, pasa a ser necesario ver la industria del disco, o más bien la industria de la música, como una posibilidad más para expandir las fronteras y que esta sea una fuente de ingresos importante, considerando la calidad y aceptación de la música cubana a nivel internacional.

También es el escenario para reflexionar sobre las formas y las vías que tiene hoy un artista para producir un CD, y cuán dificultoso puede ser lograr la representación de un sello musical.

En este sentido, las disqueras deben ver las dos caras de la moneda cuando deciden apostar por un artista: la calidad de la propuesta y cuán mercantil puede resultar. Solo así se podrá aspirar a que las producciones locales puedan competir con las foráneas, e incluso con las emergentes, que están tomando auge en los circuitos de la música y que poseen calidad, demostrada en las nominaciones de este certamen.

En Cubadisco se celebrarán encuentros entre coleccionistas y expertos de la industria musical (disqueros, editores musicales, fabricantes de instrumentos musicales, diseñadores y directores de revistas especializadas) y, según informaron los organizadores, en el Simposio Teórico se debatirá sobre la música de concierto, la tradicional y folclórica, el punto guajiro y las redes sociales en la música. Estos espacios serán también idóneos para analizar a fondo las deficiencias y ventajas de la comercialización sonora en Cuba.

Otros aspectos podrían repensarse y valorarse en la medida en que transcurra Cubadisco, como cuán factible es realizar la Gala de los Premios antes del propio evento, cómo se articularán los espacios para lograr una variedad y calidad en las presentaciones, si realmente asistirá una cantidad considerable de público a los espacios teóricos, y si los que asisten son los más interesados en dialogar sobre los retos de la música cubana. 

Comenzó la fiesta discográfica en la Mayor de las Antillas, y aunque es un público muy exigente a quien debe satisfacer, el pueblo cubano y la música se merecen un evento aportador y un espectáculo genuino. Música, Imagen y Sonido… Cubadisco ya está servido.