Pueblo venezolano: pueblo “pleno de potencia, de potencia creadora y liberadora”


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“(…) Bien podríamos definir a Chávez como un estudioso en medio del vértigo de la acción, un investigador militante y, en esa misma medida, un difusor y un multiplicador de las ideas, del pensamiento crítico. Tenía un hambre y una sed de saber francamente contagiosas. Amén de una inevitable capacidad, como ya lo he dicho, de ordenar la cabeza de quienes lo acompañamos de cerca (…) Era capaz de acoplar y avecindar distintas tradiciones, diversas líneas de pensamiento. En eso era un librepensador, uno de los librepensadores más singulares y libérrimos que hemos tenido en Venezuela. Y lo fue sin ninguna clase de temor porque rechazaba los dogmas y las dogmáticas”.

Lo anterior un fragmento descriptivo sobre la personalidad y el carácter del Líder venezolano Hugo Rafael Chávez Frías, aparecido en el prólogo del libro Aló Presidente Teórico, (1) el actual mandatario Nicolás Maduro Moros, rendía tributo –una vez más, “al Chávez del pueblo; de un pueblo que se pone al mando de su devenir histórico porque es capaz de pensar con cabeza propia y no permite que nadie piense por él; es un pueblo, entonces, como diría el sabio Spinoza, pleno de potencia, de potencia creadora y liberadora”.

Aún retumban en los oídos de su valiente pueblo y de quienes lo siguen en pensamiento y ejemplo en cualquier confín latinoamericano y caribeño, los versos de aquella canción –entre otras muchas–, que supo entonar y hacer repercutir con voz de tenor, de llanero bolivariano, las fibras más profundas de los dignos y sinceros revolucionarios de nuestra América:

Al rumor de clarines guerrero, ocurre el blindado, ocurre veloz,
con celoso dragones de acero que guardan la

Patria, que el cielo nos dio, patria, patria, patria querida tuyo es mi cielo,
tuyo es mi sol, patria, tuya es mi vida,

tuya es mi alma, tuyo es mi amor.
Tuya Patria, la Patria”.

Y es que con ella se disponía a retomar la Historia americana, junto a los bravos llaneros de Páez, Cedeño, Urdaneta y, en especial, del Libertador Simón Bolívar, en Carabobo (24 junio-1821), y en tantas otras batallas cuyas tácticas y estrategias sorprendieron por su valor espartano, y aniquilaron al ocupante colonialista español hasta su final derrota. Venezuela alcanzó su definitiva independencia en 1821, con la Batalla de Carabobo, después de una prolongada y cruenta guerra, pero aún se escucha el cabalgar junto al Libertador de aquellos bravos jinetes blancos y ex esclavos negros –surgidos de lo más genuino del pueblo–, a la vez que la energía, voluntad de luchar y de vivir del segundo Bolívar, seguidor en la práctica de su acción y pensamiento: Hugo Rafael Chávez Frías.

Desde 1998 en que resultó electo –por vez primera–, Presidente de Venezuela hasta su partida física, y aún hasta la fecha, el Gobierno Bolivariano ha sido objeto de las más criminales acciones agresivas por parte de la derecha de ese país –aupada en la llamada Asamblea Nacional–, financiada y apoyada por las distintas administraciones norteamericanas, y consolidando posiciones de mando a partir del 2016. Desde entonces elementos de la contrarrevolución y del mercenarismo venezolano han tratado de llevar a vías de hecho distintos proyectos con vista a socavar las conquistas políticas, sociales y culturales de la Revolución Bolivariana.

Todas ellas, como es sabido, han provocado en distintos momentos acciones de desestabilización económica, además de un férreo bloqueo económico, financiero y comercial dirigido y apoyado por las administraciones de Washington.

Así las cosas, es que la Asamblea Nacional, conformada por elementos ultraderechistas y pro anexionistas a los intereses de Estados Unidos, de la burguesía y del capital reaccionario venezolano, se ha constituido como un llamado “Estado paralelo” –algo totalmente insólito en la historia de un país–, y enfocado en la usurpación de funciones en todas las esferas del Estado. En sus acciones ha llegado a incluir a empresas y activos internacionales, el manejo de cuentas públicas en el extranjero, la gestión de litigios contra la República y el perfeccionamiento de las estrategias de bloqueo económico.

Este seis de diciembre se esgrime como otra página de lucha de reivindicaciones para el pueblo y gobierno legítimo venezolano ante las urnas electorales, con el objetivo único de recuperar las funciones constitucionales de su Asamblea Nacional –hoy anti chavista–, luego de cinco años de permanecer maniatada a intereses extranjeros.

La voluntad de diálogo del chavismo, que pretende favorecer el enfrentamiento político y no el enfrentamiento violento, no implica, sin embargo, la ausencia de claridad o ni significa mestizaje con los programas de derecha, que siguen siendo los que se aplican en los países capitalistas, y que piden borrar la Revolución. Bolivariana, volviendo a los mecanismos de las democracias disfrazadas de la IV República.

En este sentido, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente Chavista, Diosdado Cabello, durante el reciente cierre de campaña en el Estado Portuguesa, expresó: “Que nadie vaya a creer que los candidatos de la oposición son unos santos, esos se quedaron callados aquí mientras había guarimba; guardaron silencio cuando quemaron a seres humanos vivos; se quedaron en silencio cuando daban golpes de estado para derrocar al Comandante Chávez y al presidente Nicolás Maduro; se quedaron en silencio cuando intentaron asesinar al presidente Nicolás Maduro con un Dron. Los candidatos de la oposición callaban, agazapados, esperando para ver qué les caía y no les cayó nada. Lo que les va a caer es el olvido del pueblo y el castigo que debe aplicarse a los traidores a la patria”. (2)

 

Notas:

  1. Aló, Presidente Teórico. Hugo Rafael Chávez Frías. Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías. Imprenta de la Cultura, Caracas, Venezuela. Febrero, 2017.
  2. Resumen Latinoamericano. Diciembre 2, 2020.

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