Reunidos en la sala Villena de la Unión  de Escritores  y Artistas de Cuba, trovadores y amantes de la música se encontraron para rendir homenaje desde la música a la inolvidable Sara González en el aniversario 70 de su nacimiento, y al destacado músico y compositor Eduardo Ramos en ocasión de sus 75 años de compromiso y entrega a la trova cubana. 

La cita estuvo acompañada por la vicepresidenta primera de UNEAC Marta Bonet, los vicepresidentes Corina Mestre y Pedro de la Hoz, el presidente de la Asociación de Músicos Orlando Vistel, y el Héroe de la República de Cuba Antonio Guerrero, junto a trovadores de diversas generaciones que revivieron en el  encuentro la  obra de grandes compositores del panorama musical cubano. 

Trovadores y amantes de la música se encontraron para rendir homenaje a Sara González y Eduardo Ramos

Los acordes de las guitarras y la mediodía  de las voces de los presentes a “la trovada”, como le hicieron llamar los presentes a este fraternal encuentro de amigos, fue un regalo desde la música a la obra y el legado de importantes exponentes  de la trova cubana, como lo fueron Sara González y Eduardo Ramos. 

Sara González

El trovador Vicente Filiú, junto a la actriz Corina Mestre, rememoraron aquellos gloriosos  momentos en que muchos de los trovadores que formaban parte del Movimiento de la Nueva Trova formaron parte de la familia de Teatro Estudio, a partir de las peñas que convocadas por Vicente y Raquel Revuelta hermanaron a los músicos y artistas escénicos. 

Vicente Filiú

Corina Mestre también acompañó con poemas de Luis Rogelio Nogueras y Fayad Jamis la trovada, que reunió a  creadores como Marta Campos, Heidy Igualada, Vicente Filiú, Fernando Bequer, Rita del Prado, Alejandro Valdés, Karel García, Silvio Alejandro,  Mauricio Figueiral, y muchos otros reconocidos exponentes del movimiento trovadoresco cubano. 

Eduardo Ramos

Invitado especial a la cita, por su estrecho vínculo con los trovadores y la cultura cubana, Antonio Guerrero compartió anécdotas de su estancia en prisión y compartió con los presentes  sonetos escritos en  las rejas de El Hueco. 

La trovada, en homenaje a la memoria de Sara González y Eduardo Ramos, constituyó ocasión para mantener vivo el legado de ambos creadores en el movimiento de trovadores y en la cultura cubana. 

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