Rocío García en la Bienal: “Beliki Tuman es algo diferente, pero sigo siendo yo”


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Foto: Cortesía de la autora.

Cuando nos encontramos en Villa Manuela para la entrevista, grandes lienzos cubrían aun los que nadie estaría autorizado a ver hasta luego de la apertura de la exposición, el pasado 13 de abril.

Ya me lo habían advertido: Rocío García es muy mística. Así que un poco a ciegas transcurrió la conversación, en cuyas postrimerías y sorpresivamente, la artista descubrió para la foto apenas la esquina de una de las seis obras de la muestra que tituló Beliki Tuman.

“El título se me ocurrió en ruso porque yo estudié allá hace muchos años y, de alguna manera, a veces me vienen frases en ruso. Cuando estaba preparando esta exposición me vino belikituman, que sonaba muy fuerte, sonaba bien y en realidad lo que quiere decir en español es “la gran niebla”.

Esta exposición fue concebida con otro carácter. Menos colorista, predomina más el dibujo. Es una exposición bastante sobria en su concepto compositivo. Yo diría que bastante mínimal y quiero dar esa sensación de espacios como medio no-espacios.

Tiene su intriga y, por supuesto, una historia. Lo que me gusta es que cuando el espectador llega le voy dando pistas entre cuadro y cuadro con cierta secuencia y él va armando su historia personalmente. Es decir, el espectador puede armar su historia, independientemente a que coincidamos él y yo en algunas cosas”.

¿Utilizas el comic para la narración?

El comic ya pasó. Yo hice una exposición grande en la Bienal pasada y lo manipulé bien. Lo usé para eso; esto es otra cosa. Aquí, por supuesto, son personajes que yo creo y por eso no salen de una realidad específica.

Me gusta crear personajes y de alguna manera tengo influencias de las historietas, pero ahora no es el comic. Ahora, como he hecho otras veces, es una pintura secuencial que te sugiere una historia. En este caso la veo bastante intrigante porque tiene una simbología para señalarte quienes son los poderosos y quienes los que están en desventaja. Dejo un final abierto para que cada cual tenga su propio concepto de la historia.

¿Vuelves al tema del poder?

La esencia siempre tiene que ver con mi obra general. Yo relaciono los conflictos humanos con el uso y abuso del poder. Cualquier tipo de poder, ya sea en lo sexual, en lo social, en lo político, en lo mental, en lo sicológico. Cómo el ser humano se deja afectar; a veces porque lo disfruta o porque no puede hacer otra cosa y nos pasamos la vida luchando por un poder en las relaciones humanas.

Creo que esos conflictos influyen de alguna manera en la sociedad, en general; no solo en nuestro país. En mí es una temática global, no localista; porque cualquier cosa que plantee puede pasar en cualquier parte del mundo. Desde ser discriminado, hasta ser homofóbico. Todo ese tipo de conflicto me interesa.

¿Reflejas ese poder a través del sexo?

Hay de todo. No creo que sea hablar solamente de sexo, sino de instinto humano. Cómo el ser humano puede ser tan frágil en su desnudez. La desnudez también la uso desde el punto de estética de la belleza, cómo la desnudez te puede llevar a un estado plácido maravilloso; pero cómo del mismo modo te puede llevar a un estado frágil en el que te pueden avasallar, castigar, torturar.

Es todo mezclado. Hay una mezcla aquí de muchas sensaciones que están en lo que la gente pueda percibir. No hablo solamente del problema erótico, ni nada de eso. Eso está implícito porque el erotismo es algo humano y va a estar siempre.

Yo hasta digo que el deseo de poder es un estado erótico, no relacionado con lo sexual obligatoriamente. Hay gente tan obsesionada con el poder que es como un morbo. Son cosas que me interesan decir para alertar un poco porque hay como una incertidumbre con lo que va a pasar con tantos poderes y la falta de armonía en el mundo.

Me decías al principio que en estas obras hay una mayor economía del color.

Aquí uso bastante poco color. Hay una necesidad de que haya cierta palidez en la atmósfera porque precisamente de eso se trata. Quiero decir que hay como una contradicción entre lo aparentemente suave del color y la violencia que hay detrás con las escenas, los dibujos y los ambientes.

¿Es algo que te sugirió esta exposición en específico o se trata de un cambio en tu estilo?

Es algo a propósito de la exposición. Trabajé colores suaves en Geishas hace muchos años, pero era otro concepto; era mucho más sensual. Sensualidad siempre va a haber en todas estas cosas que manipulo, pero ahora tiene otra intensión dirigida a los conflictos humanos interiores. Independientemente de que hay de todo.

Es tu primera vez en el programa oficial de la Bienal y en Villa Manuela.

Es mi primera exposición en Villa Manuela y también la primera vez que me invitan oficialmente a la Bienal. He participado mucho en las colaterales, pero es la primera vez y estoy muy agradecida a la UNEAC, a Villa Manuela que me acogió. Espero que les guste. Esto es algo diferente, pero sigo siendo yo.

Tú has participado en muchos eventos internacionales, pero la Bienal de La Habana qué representa para ti.

La Bienal de La Habana es algo muy importante para nosotros. En el mundo hay bienales, hay trienales; no obstante, muchas personas de otros países me han preguntado cómo pueden venir. Cuba es un lugar que despierta mucho interés. Es como la gran fiesta que se hace cada dos años para los jóvenes que empiezan y para los que estamos más maduritos. En fin, creo que no se debe perder esta fuerza que tiene la Bienal y que este año la estamos recuperando.


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