El aniversario 117 del nacimiento de Rubén Martínez Villena fue recordado en el actual Museo Nacional de los Trabajadores Palacio de los Torcedores, como parte de la prolífera actividad comunitaria que se despliega de manera cotidiana en ese centro cultural.

Como cada año, la fecha no podía pasar por alto. En 1924 Rubén participó, junto a Mella, en la colocación de la primera piedra para la construcción del importante edificio. Diez años después, en 1934, los restos del líder revolucionario fueron velados en ese mismo lugar. Desde allí y hasta el cementerio de Colón lo acompañaron, en multitudinaria marcha, los trabajadores y todo el pueblo habanero. Durante el trayecto luctuoso y revolucionario, se cantó por primera vez el himno La Internacional, que había sido traducido por el propio Rubén del ruso al español.

En esta ocasión, la actividad estuvo dirigida a un grupo de estudiantes de la Secundaria Básica “Rubén Martínez Villena”, situada en la calle 25 e/ L y M, Plaza de la Revolución.

La Licenciada Ma. Del Carmen Arencibia O'Reilly, especialista de la Biblioteca Provincial “Rubén Martínez Villena”, ubicada en la Plaza de Armas del Centro Histórico de la ciudad, con palabras muy adecuadas al auditorio, expresó algunas de las facetas más sobresalientes de la vida de Rubén y la importancia de conocerlo, no sólo para admirarlo fríamente, sino para dar continuidad a su legado en la Cuba de hoy, recordando las palabras de Fidel en aquel memorable acto donde expresó:  “Rubén, la Revolución es la carga que tu pedías”.

A continuación, se les proyectó el documental de Mundo Latino: Rubén en un surco de fuego, que motivó, emocionó y mantuvo la atención de los participantes. Ellos, al finalizar, mostraron su agradecimiento por la actividad, el documental y todo lo que habían aprendido.

Para concluir, la dirección del Museo les obsequió una biografía mínima de Rubén, de la autoría de su biógrafa Ana Núñez Machín en 1999, con motivo del centenario de su nacimiento.

Actividades comunitarias como esta, son una importante contribución al conocimiento histórico desde la simiente misma de la patria, que es el pueblo, y en especial sus jóvenes estudiantes, profundizando en las numerosas razones que tenemos los cubanos para fundamentar cada vez más nuestros valores éticos y revolucionarios. Dichas actividades contribuyen a ampliar, mediante el conocimiento, nuestro sentimiento identitario, fundamentado en el patriotismo y en la presencia de su fuerte sentimiento unitario e independentista, garantía de la continuidad y la Revolución cubana.