El reconocido narrador cubano Severo Felipe Sarduy Aguilar, nació el 25 de febrero de 1937, en la provincia de Camagüey, y falleció el 8 de junio de 1993 en París, ciudad a la que había partido en el año 1960, a estudiar Historia del Arte en la École du Louvre, y de la cual nunca retornó.

A La Habana había arribado en el año 1956 y desde este momento se desempeñó como periodista colaborando en la revista Ciclón, y luego del triunfo de la Revolución en el Diario libre, del que fue director de la página literaria, y en Lunes de  Revolución, como crítico literario y de arte.

Todas sus obras, de una narrativa singular, y caracterizadas por su audacia experimental, una gran complejidad lingüística y una tendencia neobarroca, fueron publicadas en Francia.

Realizó varios viajes a la India, lo que imprimió a algunas de sus obras lo que muchos críticos han llamado «aire de erotismo oriental».

Su primera novela, Gestos (1963), anunció la ruptura de su propuesta narrativa; De donde son los cantantes (1967), sobre las culturas componentes de la nacionalidad cubana: la española, la africana y la china, se considera su consagración como narrador.

A esta le siguieron Cobra (1972) donde es notable su búsqueda de lo místico, y luego su pieza literaria más significativa, Maytreya (1978), que muestra una concepción nueva del budismo como posible unión de todas las ideologías.

Por último publicó Colibrí (1984) y Cocuyo (1990), dos títulos que ahondaron en la vertiente experimental de su particular estilo. 

Produjo textos ensayísticos sobre el barroco y otros temas, así como cerca de diez cuadernos de poemas, con gran maestría, aunque su mayor notoriedad la alcanzó por sus brillantez novelas.

Dirigió, en Ediciones Gallimard, La Nouvelle Croix du Sud, colección especializada en literatura de Iberoamérica; escribió para la revista Tel Quel y trabajó para Editions du Sueil, y fue guionista de la radiotelevisión francesa.

En 1970 recibió  el Premio Médicis Extranjero, galardón literario francés fundado en 1958 y que se confiere a autores cuya «fama aún no empareje a su talento».

Sarduy también incursionó en las artes visuales; participó en varias exposiciones colectivas y sus obras fueron exhibidas en dos muestras personales: Tableaux manuscripts, en 1990, y Severo Sarduy en 1993, ambas en la Galería Lina Davidov de la «Ciudad de la Luz».

Asimismo se organizaron de manera póstuma cinco exposiciones con sus piezas, en España, Estados Unidos y en la propia Ciudad de las luces.

Severo Sarduy descansa en el camposanto de Thiais, que se encuentra a las afueras de Paris, ciudad en la que vivió y creó la mayor parte de su vida.