Tributo del Sábado el Libro a Carlos Manuel de Céspedes: el primero que «nos echó a andar»


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Fotos: Cortesía de la autora.

El más reciente Sábado del Libro sirvió de contexto para conmemorar el bicentenario del natalicio de Carlos Manuel de Céspedes, el primer hombre que «nos echó a andar», según palabras de José Martí, con la presentación del volumen Los silencios quebrados de San Lorenzo, del doctor Rafael Acosta de Arriba.

Este título llega a los lectores en su tercera edición corregida y aumentada, publicado por la Casa Editorial Abril, de la Unión de Jóvenes Comunistas, y fue presentado por el historiador Ernesto Limia.

Rafael Acosta de Arriba (La Habana, 1953) considerado uno de los más importantes estudiosos cubanos de la vida y obra de Carlos Manuel de Céspedes, es investigador y profesor titular de la Universidad de las Artes (ISA) y de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana; poeta, ensayista, editor, crítico de arte e investigador titular del Centro de Investigaciones Culturales Juan Marinello.

Ernesto Limia realizó un recorrido por los textos que componen Los silencios quebrados… y enfatizó en que el autor se refiere a Céspedes como un hombre que ha utilizado la cultura como instrumento de transformación social; «es un intelectual que ha empezado a construir el ideario político y el ideario nacional desde la cultura, y también desde la economía», afirmó.

Se refirió asimismo al tratamiento historiográfico a la figura del Hombre del 10 de octubre: «La mayoría de sus historiadores se dividieron en dos bandos; en uno los que repitieron machaconamente los argumentos de sus adversarios, porque plantear a Céspedes como un racista o como un hombre que no era radical, solamente es un argumento de sus más feroces adversarios, y en otro bando, historiadores incapaces de llegar a la esencia de su pensamiento, de este pensador adelantado».

Enumeró después los que en su opinión son valores esenciales de este libro: un análisis acucioso y profundo del Céspedes pensador e intelectual; mostrar al héroe en su dimensión humana; la fundamentación que hace el autor de que lo acontecido en Bijagual «no fue producto de contradicciones personales como nos quisieron hacer ver siempre, sino un golpe de estado con el que se quebró la institucionalidad de la Revolución», señaló: y añadió, «creo que nunca como hoy el pensamiento civilista y el respecto a la ley tienen mayor vigencia».

Nombró seguidamente, como otro elemento notable del texto, que «retira el velo de quienes intentaron aquietar su culpa moral con lo acontecido en San Lorenzo»; comentó entonces que el autor explica con profundidad estos sucesos: «Uno se da cuenta de que este hecho es imposible que haya sido fortuito, tiene que ser la obra de una traición, de una delación, y la culpa moral tiene que ver con que dejaron solo al símbolo de la Revolución, querían humillarlo, querían reducirlo a la nada, y aquel hombre que había prometido que iba a morir peleando, cumplió su palabra».

«El libro de Rafael tiene la virtud de generar un maremoto de ideas, de hacer pensar, meditar (…) y ese, para mi juicio, es su más grande valor».

Consideró al final de su intervención que dos textos debieran formar parte esencial de los planes de estudio de todas las universidades cubanas; Ese sol del mundo moral, de Cintio Vitier. «No podemos decir que estamos enfrentados a la corrupción, a la pérdida de valores, a la ideología neoliberal sin reflexionar desde la ética martiana, cespedista y fidelista que expone Vitier» y a continuación opinó que el otro título debía ser Los silencios quebrados de San Lorenzo, «no solo porque nos da a Céspedes, sino porque nos da las reflexiones de un hombre brillante y sabio como Rafael Acosta de Arriba sobre nuestro devenir histórico, sobre nuestro presente, apuntalado en la historia».

Por su parte, el autor agradeció a todos los que de una u otra manera contribuyeron a esta tercera edición de Los silencios quebrados de San Lorenzo y a Limia por sus palabras.

Acosta de Arriba ha dedicado 30 años al estudio de la vida del Hombre de Mármol, como también lo llamó José Martí por su entereza, y este libro, cuya primera edición vio la luz en 1998 y la segunda en 2008, «ha ido creciendo en cada edición, pues he ido agregando ensayos, ya que no me detengo en la investigación sobre Céspedes», aseguró el reconocido intelectual cubano.

Luego, en importante síntesis, anotó sobre el Padre de la Patria cubana: «Fue el hombre que abolió el pasado de la historia de Cuba; su acción el 10 de octubre de 1868 fue un corte, una ruptura ideológica y una ruptura histórica; convirtió la colonia española en una República incipiente, en una República en armas. Un hombre que hace algo así obviamente merece el respeto y la admiración de sus compatriotas», dijo Acosta de Arriba.

Reiteró una idea de Fernando Portuondo, de 1947 «Céspedes es el gran olvidado de nuestra historia», y argumentó: «Cuando proliferan los libros sobre José Martí, sobre Antonio Maceo y otros próceres escasean los libros sobre Carlos Manuel de Céspedes, es muy triste que este sea el único libro que haya coincidido con el bicentenario de su natalicio».

Desde mucho antes de las 11 de la mañana, hora en que comienza cada sábado el encuentro literario, ya el espacio estaba tomado literalmente por un público que respondió motivado a la convocatoria del Instituto Cubano del Libro para celebrar el bicentenario del Iniciador de nuestras guerras independentistas, como una forma de reafirmar las palabras de Rafael Acosta de Arriba en su volumen, «es que Carlos Manuel de Céspedes aún tiene mucho que hacer en el plano de la política y de la historia del país».


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