¡VIVA CUBA LIBRE!


viva-cuba-libre

Hace 151 años se inició la lucha por la independencia total de Cuba, contra el colonialismo español, la esclavitud, por la justicia social, el reconocimiento de nuestra cultura y la solidaridad con las nuevas repúblicas de América Latina, según el Manifiesto firmado por el patriota bayamés Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo. Todavía hoy, los cubanos y cubanas continuamos defendiendo y consolidando nuestra independencia y soberanía total  —especialmente sobre nuestro territorio nacional— nuestro derecho al desarrollo humano, la prosperidad y sostenibilidad del sistema socialista que construimos. Elegido este último mayoritariamente para llevar a cabo los propósitos fundamentales de nuestra sociedad, no obstante las agresiones, amenazas, ingerencias, presiones externas de la primera potencia neocolonialista e imperialista del mundo capitalista, aún nos mantienen en pie de guerra, hace casi sesenta años.

Una sola Revolución Cubana existe, que no ha traicionado los principios enarbolados a lo largo de nuestras Guerras de Independencia, ocurridas durante la segunda mital del siglo XIX (1868-1898), extendidas en la batalla diplomática y política contra las aspiraciones anexionistas, después de 1899; durante la etapa de institucionalización y desenvolvimiento de la república neocolonial, sometida a los intereses de los Estados Unidos de América,  la cual finalmente fue derrotada el 1º de enero de 1959. Imposible olvidar estas fechas históricas, de hechos y procesos que han cimentado la tradición de lucha revolucionaria del pueblo cubano, antes y después del glorioso 10 de octubre de 1868.

En la actualidad, los desafíos han crecido: el cerco a la República de Cuba y a su pueblo se cierra cada vez más, a través de medidas que complementan el ilegal e inmoral bloqueo económico, comercial y financiero que nos impone nuestro vecino y enemigo mayor. La resistencia cubana también se fortalece y avanza con la intensificación de su organización interna y la diversificación de sus relaciones internacionales, incluido el aspecto económico, con las potencias emergentes y todas las regiones geopolíticas que conforman el sistema mundo de hoy.

El contexto internacional que envuelve esta nueva etapa de luchas en la primera mitad del siglo XXI, continua siendo tenso y peligroso en extremo.  La política internacional cubana continúa siendo de vanguardia: antimperialista, no ingerencista, internacionalista, constituye un apoyo constante a las causas más justas del mundo en que vivimos; es la patria de todos los revolucionarios del mundo, como lo enunció muy tempranamente Fidel.  

Por otro lado, el perfeccionamiento del socialismo cubano se expresa en todas las dimensiones posibles. Recientemente, la nueva Constitución de la República de Cuba aprobada por mayoría absoluta, proclamada y publicada en este mismo año, es un testimonio más de la realización de nuestros ideales patrióticos históricos, al definir en su Preámbulo, cito:

Guiados por lo más avanzado del pensamiento revolucionario antimperialista y marxista cubano, latinoamericano y universal, en particular por el ideario y pensamiento de Martí y Fidel y las ideas de emancipación social de Marx, Engels y Lenin.

Decididos a llevar adelante la Revolución del Moncada, del Granma, de la Sierra, de la lucha clandestina, de Girón, que sustentada en el aporte y la unidad de las principales fuerzas revolucionarias del pueblo conquistó la plena independencia nacional, estableció el poder revolucionario, realizó las transformaciones democráticas e inició la construcción del socialismo. 

Un objetivo fundamental de esta etapa de lucha, es la profundización de la conciencia ciudadana a través de elevar la educación de todos los actores sociales en la cultura jurídica, constitucionalista, y del ejercicio sistemático y estricto de la misma “como norma jurídica suprema del Estado. Todos están obligados a cumplirla. […]” (Constitución, 2019:2, Titulo I Fundamentos Políticos, Cap. 1, Artículo 7). Es la única vía para fortalecer la organización interior, los valores éticos y la transparencia de nuestra vida pública. 

Así, también en el Título I Fundamentos políticos Capítulo I Principios fundamentales, el Artículo 1, se expresa con claridad la siguiente definición:

Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como república unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la dignidad, el humanismo y la ética de sus ciudadanos para el disfrute de la libertad, la equidad, la igualdad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva. (Constitución, 2019: ídem)

Una reflexión final. El 10 de octubre de 2019 ratificamos, una vez más, el grito mambí de ¡Independencia o Muerte!, opción única a la cual debemos contribuir con nuestro modesto, pero muy necesario, granito de arena, todos los cubanos y cubanas, sin diferencia de jerarquías, edad, sexo, color de piel, u otras posibles. “La defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano” (Constitución, 2019; íd., Artículo 4).

¡Viva Cuba libre!


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte