Cuando conocí hace algunos años a Daysi Pons Montiel, líder del Proyecto Sociocultural Comunitario «Cuenta Conmigo», de La Habana, integrado por jóvenes con discapacidades intelectuales, me dijo que el proyecto es dirigido por las madres y me explicó:
«Somos las más interesadas en que nuestros hijos sigan progresando; sin menospreciar la labor de las instituciones, pero el que realiza este trabajo porque es su tarea no lo puede hacer igual que como lo hacemos nosotras, con el amor por nuestros hijos, con la importancia que tiene el proyecto para nosotras, que nunca lo cerraremos, porque necesitamos que nuestros hijos siempre tengan un espacio para compartir».
Hoy esta experiencia es una de las más reconocidas del país, como ejemplo de trabajo socio cultural comunitario.
El proyecto está integrado por algunos jóvenes síndrome de Down, otros con retardo o retraso. El síndrome de Down es, dentro de la discapacidad intelectual, la más notoria, la más común, «pero hay muchas personas con esta discapacidad que quizás crecen y nunca se sabe que son discapacitados mentales, porque fenotípicamente no demuestran nada», me aclara Daysi y añade:
«El proyecto surgió para que ellos no queden al olvido, porque una vez que terminan en la escuela de enseñanza especial o en los centros médicos psicopedagógicos cercanos a la edad de 17 años, los que clasifican, se integran a algunas actividades laborales pero los que no están aptos, van para sus casas y en la mayoría de los casos los padres no están capacitados para continuar desarrollando las habilidades que adquirieron y las enseñanzas que recibieron, por lo que todo lo aprendido queda en el olvido.
En estos momentos tenemos 9 jóvenes y adultas todas de sexo femenino; los varones que han ingresado a nuestro proyecto no tienen una permanencia como las hembras; las edades de sus integrantes oscilan entre 21- 46 años».
Daysi y las otras madres de Cuenta Conmigo, aprovecharon la experiencia de la tesis doctoral de una licenciada en defectología que aplicó sus estudios en el grupo: y comenzaron esta loable labor el 28 de enero del año 2013 para honrar al Apóstol; son, además, el primer Club Martiano integrado por jóvenes y adultos con Necesidades Educativas Especiales (NEE), sus familiares y amigos, y el primero del sistema de Casas de Cultura, se llama Flores del Cielo.
La sede provisional del proyecto está en la casa de cultura Mirta Aguirre, ubicada en la calle 33 esquina a 34 del municipio Playa. «La misma nos brinda acompañamiento metodológico, nos aporta las profesores de algunos talleres y gracias a la vinculación con otras instituciones y ministerios como el INDER, MINSAP, MES, MNBA, Universidad de las artes… entre otras, hemos logrado completar todo el claustro de profesores para la impartición de todos los talleres», me cuenta Daysi.
Pero de un proyecto como este, de tanto humanismo y significación, hay mucho que preguntar y su líder es una excelente interlocutora.
Daysi, ¿cómo es la participación de las madres y los padres en el proyecto?
Bueno, realmente quienes participamos somos las madres que estamos con nuestros hijos en todas las actividades, incluso les impartimos un taller cuya dinámica es enseñarles a los jóvenes todo lo mejor que sabemos hacer cada una, así les trasladamos conocimientos prácticos para la vida como coser, bordar, hábitos correctos, urbanidad y buenas costumbres, manualidades, algunas actividades para ayudar en la cocina como pelar diferentes alimentos, y muchas otras.
En mi caso como soy farmacéutica les enseño las bondades de las plantas, sus beneficios y la importancia de no tomar medicamentos sin contar con sus padres.
Me ha hablado de los propósitos del proyecto en cuanto a lo esencial que son los muchachos, pero ¿qué otros fines persiguen con este quehacer?
Algo imprescindible: sensibilizar a la sociedad para que las personas sepan que nuestros hijos existen y que es importante para todos que los conozcan, los comprendan y los acepten y es por esto que en tiempos normales nosotros nos presentamos en todas partes cuando nos invitan y mostramos el arte que ellos han logrado crear.
Esta es una manera de multiplicar la información, de socializar nuestra realidad y de visibilizar a nuestros hijos y desde ellos a otros como ellos, aunque no estén en el proyecto; nos relacionamos y trabajamos con todos los sectores de la sociedad porque nosotros sí que no podemos ser excluyentes y esa es una manera de integrarnos.
¿Cuánto ha avanzado el grupo?
Como grupo hemos avanzado mucho, ellos se sienten en familia y nosotros les damos confianza, yo he tenido el privilegio de verlos evolucionar; algunos de estos jóvenes cuando llegaron a nosotros no hablaban nunca y uno de los grandes beneficios que hemos obtenido es que en este momento todos se comunican a partir de sus posibilidades; lo importante es que se comuniquen ¿Cómo? Como puedan hacerlo, con gestos, ayudados por la voz, como sea, eso es lo fundamental.
No solo estamos enseñando a nuestros hijos a cantar, bailar y pintar, sino que estamos desarrollando una metodología científica y hemos asistido a eventos para mostrar la experiencia.
Hábleme por favor del vínculo del proyecto con el Museo Nacional de Bellas Artes.
Llegamos a Bellas Artes hace más de 10 años y este ha sido un vínculo muy beneficioso; es de destacar el trabajo que los especialistas del departamento de Servicios Educacionales han llevado a cabo con nosotros, ayudándonos a desarrollar no solo la apreciación de nuestros hijos hacia las artes plásticas, sino también la apropiación y la reproducción, a partir de la observación con la guía de una profesora de una exposición del museo, cuyas obras luego ellos reproducen en papel según su interpretación.
Este departamento ( al igual que la dirección del museo) nos ha apoyado en todo de manera excepcional, nos ha facilitado los materiales; bajo su guía hemos sido premiados y mencionados en varias ediciones del concurso del Programa Mundial de Alimentos (PMA), incluso en una ocasión, la portada del calendario de ese año del PMA fue un dibujo de nuestros hijos.
¿Cuánto han cambiado las madres desde que se integraron a Cuenta Conmigo?
A veces a nuestros niños los criamos con lástima, eso es inevitable, yo misma a pesar de la conciencia que tengo de que eso es un error, hay momentos en que flaqueo y me digo ¡Ay, pobrecita!, y tendemos también a sobreprotegerlos, pero todas hemos cambiado como no tienes idea, nosotros bailamos, cantamos y pintamos a la par de ellos.
Por otra parte, aprendemos a crear mecanismos de defensa para hacer frente a muchas cosas, porque a nadie le gusta ir con su hijo y que todo el mundo lo mire como si fuera un bicho, o que se rían de él y no poder contestar nada para cuidarlos a ellos que es lo más importante, pero de todas formas todo eso te va lacerando porque es muy difícil entender por qué las personas tienen un comportamiento tan alejado de la humanidad.
Yo no culpo a nadie porque como no lo viven y no tienen información suficiente no pueden conocer esta realidad, por eso está dentro de nuestra labor enseñar y educar a las personas.
Por favor cuénteme qué ha hecho Cuenta conmigo en este, ya largo tiempo de pandemia; me comentaba que han trabajado mucho aprovechando las bondades de la modalidad virtual…
Sí, desde el mes de marzo de 2020, que se registra la entrada de la COVID-19 en el país y se hace imprescindible que nos cuidáramos todos, los jóvenes, madres, padres y familiares en sentido general, decidimos organizar los talleres de manera conjunta con los profesores y comenzamos a realizarlos a distancia; luego por iniciativa de Susana Llanusa Ruíz, una de las madres, se creó el grupo de WhatsApp «Cuenta Conmigo» que ha sido muy importante para el buen desempeño de los talleres y la comunicación entre todos.
No ha sido fácil este trabajo, ya que no todos los integrantes tienen teléfono celular y mucho menos Internet, pero nos hemos puesto de acuerdo para pasarnos las informaciones de manera que todos han podido participar, tanto en clases como en concursos, talleres, y otros eventos.
¿Cuáles son los talleres que están realizando?
Los talleres que estamos desarrollando son: Música, Psicoballet, Artes Plásticas, hemos trabajado de conjunto con las instituciones que posibilitan visibilizar todo el trabajo que hemos realizado desde marzo del 2020 hasta la fecha, y una vez más los Talleres de Creación auspiciados por el Museo Nacional de Bellas Artes.
¿Podría mencionar algunas de las otras actividades que han desarrollado?
¡Son muchas!, clases semanales de Artes Plásticas, Música y Psicoballet; estas clases se orientan por nuestros maestros y practicamos.
Hemos realizado exposiciones de Artes Plásticas con objetos y dibujos alegóricos a la pandemia en las redes, organizadas por el instructor Maisel López Valdés.
¿Y los concursos?
Los miembros del proyecto siempre han participado en todos los concursos para niños en que hemos podido inscribirlos, aunque a veces no los han aceptado, pero en otras ocasiones la sensibilidad ha superado las bases de los certámenes.
En esta etapa se presentaron a: Fidel en mi corazón, De donde crece la palma, Arte por la paz, Cuidemos el medio ambiente, y uno reciente sobre Los Carnavales, y en todos hemos obtenido premios; ya ahora nos estamos preparando para la nueva edición del certamen Fidel en mi corazón.
Igualmente hemos intervenido en eventos sobre discapacidad, y debido al intercambio que tenemos con el Proyecto Palomas fuimos elegidos para participar en el documental Ellas, sus cuidados y cuidadoras.
Estas son algunas de las actividades en las que hemos participado en tiempos de COVID-19, sin dejar de promover entre nosotros la necesidad de cuidarnos y cuidar a todos de tan terrible pandemia que azota al planeta.
También hemos promocionado nuestro quehacer en tiempos de pandemia, en entrevistas que nos han hecho en Cubavisión Internacional y Canal Educativo 2.
Creo que tiene una buena noticia que darnos, ¿no?
Sí, fuimos propuestos para el Premio Sara Lamerán que convoca el Consejo Nacional de Casas de Cultura, y que es un homenaje a esa maestra que se consagró al trabajo comunitario.
¿Qué planes futuros tiene el Proyecto Cuenta Conmigo?
Nuestros planes futuros son continuar potenciando nuestro objetivo que es el de tener un espacio solidario donde podamos mantener el intercambio sin desigualdades; seguir mostrando y demostrando con nuestro trabajo la necesidad de tener un local propio donde podamos adecuarlo a nuestras características y necesidades, y seguir luchando por crear la Asociación para Discapacitados Intelectuales.
En nuestro primer encuentro me dijo que tenían planes de escribir todas las experiencias, las anécdotas, los recuerdos, «para que nada se olvide», me dijo, ¿ya comenzaron?
No, aún no lo hemos hecho pero es una tarea pendiente y de suma importancia para todas… hay mucho para decir y muchas experiencias que contar, caminos recorridos que es bueno que se conozcan para que no se vuelva a transitar por la misma vía, de modo tal que abreviemos tiempo para otras cosas por investigar y resolver.
¿Cree que se nos quedó algo?
Me gustaría agradecer a todas las personas e instituciones como Casa de Cultura Mirta Aguirre, Centro Provincial y Consejo Nacional de Casas de Cultura, Proyecto Palomas, CIERIC, MNBA, Universidad de las Artes, Universidad Pedagógica Enrique José Varona entre otros, que han apoyado nuestro trabajo y contribuido a que se conozcan todas las maravillas que personas con discapacidad intelectual, son capaces de lograr y cuanto merecen ser reconocidos y aceptados por la sociedad.
Y nuestro mayor agradecimiento para los integrantes del Proyecto Sociocultural Comunitario «Cuenta Conmigo» y todos sus familiares, profesores y amigos, por ser los mayores artífices de nuestra humana labor.
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A propósito de desarrollarse el proyecto comunitario Cuenta Conmigo en la Casa de Cultura que ostenta el nombre de la destacada poeta y escritora Mirta Aguirre, figura imprescindible de la Cultura cubana quien dedicó gran parte de su obra a los niños, le invitamos a conocer más sobre la autora desde la visión de Astrid Barnet.
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